Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».
La violencia sexual se consuma, por ejemplo, en la violación que tiene cifras alarmantes alrededor del mundo, sobre todo en Sudáfrica que ocupa los primeros lugares con un aproximado de 54 mil 926 casos documentados, así lo señala el portal mujer.starmedia.com
El nivel de agresiones sexuales en República Democrática del Congo, por ejemplo, es el más alto del mundo: 48 mujeres son violadas cada hora, unas mil 552 al día y aproximadamente 420 mil al año, según un informe presentado por American Journal of Public Health, así lo menciona el sitio esglobal.org
Por ello, es que se han creado algunos métodos que tienen como fin detectar a un posible violador, y en su caso, detenerlo, estos inventos fueron hechos por grupos de estudiantes o científicos para proteger a las mujeres de este tipo de violencia…
El invento es de Sonnet Ehlers, una inventora Sudafricana y está diseñado para que el artefacto, un condón, “muerda” con sus dientes a la cabeza del pene. En Sudáfrica hay un nivel altísimo de agresiones sexuales a mujeres, con un aproximado de 54 mil 926 violaciones documentadas.
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Simplemente con presionar un botón, se hará una llamada falsa, pretendiendo que la mujer tiene que tomar un telefonazo; cuando mantiene el botón presionado se manda la ubicación por GPS a un amigo para que puedan acudir a ayudar.
Tres universitarios de Chenna crearon un corsé especial que está conectado a un circuito eléctrico para electrocutar a un agresor en caso de ataque. La descarga es de 3 mil 800 kilovoltios y se puede activar hasta 82 veces, al tiempo que alerta a la policía con un GPS, además es resistente al agua.
Un grupo de estudiantes desarrolló un químico que diluido en un esmalte de uñas es capaz de detectar drogas como xanax, los roolfies y GBH, todas ellas usadas para facilitar el abuso sexual. El 90% de los casos de violación en EU son perpetrados dentro de los campus universitarios.
Bragas del consentimiento
El estudiante canadiense Amulya Sanagavarapu lanzó un proyecto llamado “bragas de consentimiento”, una variedad de estilos de calzones para mujeres con mensajes anti-violación.
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Son esencialmente prendas interiores que vienen integradas con genitales masculinos prostéticos, que sobresalen de entre las piernas de la mujer, la idea es que los violadores sean engañados al pensar que la posible víctima no es mujer, aminorando así sus deseos de violentarla.
Fueron diseñadas para que los pervertidos no estén mirando las piernas de una chica, ni mucho menos deseen tocarlas. Sales así a la calle y aunque estés depilada, no se podrá notar la diferencia.
En el 2000, Jaap Haumann inventó lo que él llamó un “tampón asesino” que contiene una cuchilla de resorte que, cuando se activa, supuestamente corta la punta del pene del hombre, pero también puede ser riesgoso para la mujer que lo porta en su interior.
En 2004, dos estudiantes del Instituto Nacional de Tecnología de la Moda de la India crearon una “chaqueta anti-acoso” que descarga 110 voltios de electricidad cuando “detecta proposiciones no deseadas”.
En 2009, un diseñador de moda llamado Aya Tsukioka creó un vestido para evitar que las mujeres fueran víctimas de una violación o incluso, de un robo. Este traje convierte al usuario en una máquina expendedora cuando ve peligro, por lo cual se camufla para pasar inadvertida.
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