En cuanto pude responder algunos mail de amig@s que querían saber mi situación familiar, envié una respuesta colectiva: “Encontrarnos en Yumbel ha sido un privilegio, ya que pese a los daños materiales, heridos y fallecidos, se desató una fuerte solidaridad y cooperación vecinal. El Municipio, Bomberos, Salud y Carabineros actuaron desde el primer momento.
El comercio que pudo abrir, no requirió fuerza pública para ordenar a los compradores. Ayer lunes ya nos retiraron los escombros de casas y muros dañados. El agua se empezó a normalizar desde el mismo sábado. Desde un pueblo cercano, se informó que hubo saqueos a los tres supermercados, tal como ha ocurrido en la zona costera y ciudades mayores”.
Mi amiga Verónica Salas, de Santiago, y otras personas, me han solicitado que agregue más información sobre lo ocurrido en Yumbel, por cuanto señala que en este país no todo es saqueo, que hay un camino esperanzador que nadie da a conocer… Nadie ha informado de que otro Chile fue posible.
Bueno yo creo que en ello radica el valor de la experiencia yumbelina, en el corazón de la Región del Bío-Bío.
En distintos recorridos de observación y conversaciones con otros vecinos, pude constatar que la solidaridad se ha hecho una práctica cotidiana. Nadie quedó al margen de ella, sea porque hubo un patio acogedor, o casas y comida, o un apoyo fraterno. El municipio, de inmediato, organizó un plan de emergencia, el que operó desde esa misma madrugada, junto a Bomberos, Carabineros, Servicio de Salud y otras entidades de servicio.
A modo de ejemplo, catastraron y sellaron las viviendas dañadas. Ya limpias las calles, el viernes se inició la demolición de las viviendas más dañadas. Se consiguió el grupo electrógeno para que operara el municipio, tener focos de iluminación, lograr la transmisión radial local, cargar celulares, etc.
Con voluntarios y funcionarios recorrieron las calles, poblaciones y todos los pueblos y sectores rurales. Hasta ahora hay más de 2.000 personas damnificadas, según lo manifestado por el coordinador de la Emergencia y Director de Planificación Comunal, Rodrigo Vega, con quien conversé sobre la situación comunal post–terremoto. Se emociona al recordar que un alto porcentaje de los funcionarios municipales llegaron esa madrugada a ponerse a disposición de quien coordinara la acción, puesto que Camilo Cabezas, alcalde, y otros directivos, se encontraban en Malloa, región de O’Higgins.
Se organizaron las personas, las instituciones y los recursos, lo que se reflejó en que los vecinos que nos evaluábamos en las calles, sintiéramos que no estábamos solos ni a la deriva. Distintos grupos recorrieron cada uno de los pueblos y localidades rurales, catastrando la situación y, mediante grupos electrógenos móviles, redisponiendo el agua extraída con punteras y otros medios.
Pese a que faltan maquinarias y equipos para demoler más viviendas y no se dispone de todos los alimentos necesarios, se verifica una actitud y empuje que hace la diferencia, respecto a lo que se muestra en los medios de comunicación: El municipio hizo producir pan; forzó a Essbio a traer personal para volver a contar con agua; hizo devolver a gente que, en buses, querían entrar al pueblo, sin razón objetiva; y se sorprendió a posibles saqueadores venidos de otras ciudades.
A propósito, el Alcalde y su equipo, llegaron a las 17 horas del sábado 27 y de ahí no han parado de coordinar, salir a terreno, conversar y apoyarse con los dirigentes sociales y con algunas empresas, como Forestal Mininco, que se hizo cargo de Obras de Río Claro, y una eléctrica que tomó a su cargo La Aguada y Misque. Esperamos que otras sigan ese ejemplo.
Me pregunto ¿Por qué tanta diferencia con lo ocurrido a sólo 70 km, en Concepción y otras ciudades? (Aquí el toque de queda lo administraba la propia gente, ya que no hubo militares y la policía cumplía roles distintos al de vigilar a sus vecinos). ¿Cuántos Yumbeles más tiene nuestro país? ¿Qué lecciones podríamos extraer para el futuro?
Se requerirá saber mezclar los elementos claves, para preparar una antigua/nueva receta ante estas situaciones: LIDERAZGO. COMPROMISO. VOCACIÓN. ESCALA HUMANA. PLANIFICACIÓN SOCIAL Y USO DEL TERRITORIO. ACTORÍA SOCIAL. ARTICULACIÓN. COOPERACIÓN. SOLIDARIDAD, etc., etc.
Todos estos conceptos no están disponibles en el MERCADO GLOBAL, sino sólo en privilegiados mercaditos locales y de barrio.
Un abrazo grande
Omar Rebolledo Montanares