El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, autorizó la construcción de 300 viviendas que serán adjudicadas entre los colonos judíos en Cisjordania.
Además, se avanza en la construcción de otras 504 casas en las zonas de asentamientos israelíes en el este de Jerusalén, reseña información publicada en el sitio web de Telesur.
Hasta 1947, Palestina era un territorio íntegro donde convivían musulmanes, cristianos y laicos. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la partición del país para dar paso a la creación de Israel, único Estado judío en el mundo, que tuvo el automático respaldo de Estados Unidos.
El 14 de mayo de 1948 fue declarada la independencia de Israel y, desde ese entonces, se inició la anexión por parte de Tel Aviv de los territorios palestinos.
En la actualidad, Palestina posee apenas un 12% de su territorio histórico. Aunque la ONU ha emitido resoluciones que prohíben el avance de Israel sobre esas tierras, el gobierno hebreo aplica una política de apoyo a los denominados “colonos judíos”, quienes ingresan en viviendas palestinas junto a las fuerzas de seguridad y expulsan a sus habitantes.
La ONU, además, ha aprobado decenas de resoluciones que convocan a la creación de dos Estados, respetando las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días, demanda que Israel ha descartado de forma sistemática.
El caso paradigmático es la Franja de Gaza, pequeña porción territorial en la rivera del Mar Mediterráneo. Esta región, gobernada desde 2006 por el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, se encuentra bloqueada comercial y económicamente.