Entre enero y julio de este año 2015, un total de 253.222 personas salieron de la pobreza extrema en Venezuela lo que se traduce en una reducción de 4,5% del índice de miseria, como resultado directo de la política de inversión social que destina 62% del presupuesto de la nación a programas de salud, vivienda, educación, servicios básicos, cultura, deporte y recreación.
El índice actual de pobreza extrema se distancia del 10,8% que se registraba en 1998, si se mide de acuerdo con el parámetro de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Para ese entonces el número total de población era de 23.242.435 personas, de ellas, más de 2,5 millones estaban en situación de miseria.
En 2014, el número de habitantes en situación pobreza extrema era de 1,6 millones y ahora, en 2015, es de 1,3 millones, de acuerdo al total de población proyectada por el INE que alcanza 30.620.404 habitantes para este año.
La reducción del índice de pobreza extrema ha sido de manera progresiva: de 10,8 en 1998 pasó a 6,8% en 2011; en 2014 se ubicó en 5,4% y en la actualidad se redujo a 4,5%.
El índice de 4.5% resulta de la medición de las necesidades básicas insatisfechas que abarca el estudio de cinco áreas: Hogares con niños de 7 a 12 años que no asisten a la escuela ; Hogares en hacinamiento crítico; Hogares en viviendas inadecuadas; Hogares en viviendas sin servicios básicos; Hogares con alta dependencia económica.
Con respecto a la escolaridad, el 96% de los niños de entre 7 y 12 años están inscritos en sus escuelas primarias.
Para incorporar al otro 4% fueron creadas las Bases de Misiones Socialistas, centros logísticos construidos por el Gobierno nacional en las 1.500 comunidades en situación de pobreza extrema para dotarlas de servicios de educación en todas las áreas (escolar, secundaria y universitaria), salud, alimentación, deportes, cultura y recreación.
El vicepresidente de Planificación y Conocimiento, Ricardo Menéndez, indicó el pasado lunes, al ofrecer los datos sobre pobreza extrema, que para el año 1990 existía 17% de hogares con condición de hacinamiento crítico; en 1998 bajaron a 14,6% y en 2015 descendieron a 7,9%.
También se refirió a los valores de los hogares en viviendas inadecuadas, que para 1990 se ubicaban en 13%; en 1998 en 6,6%, mientras que para último semestre del 2014 representaban un 4,2% y en 2015 se situaron en 3,7%.
El descenso ha sido significativo debido al impacto de la Gran Misión Vivienda Venezuela, programa creado por el comandante Hugo Chávez en 2011 para la construcción masiva de casas populares que ya suman más de 700 en sólo cuatro años.
Este 2015, la Gran Misión Vivienda, que agrupa al Estado y constructores privados, comenzó a construir 400 mil viviendas más para cerrar el año con al menos un millón de casas construidas y entregadas a sus nuevos propietarios, en su mayoría personas en situación de pobreza extrema y pobreza.
La masiva construcción de viviendas también incidió en la disminución de los hogares sin servicios básicos. Indicador que para 1998 se encontraba en 15.7%; en el 2014 descendió a 10,4% y en 2015 ha disminuido a 8,6%, precisó Menéndez.
Los hogares con alta dependencia económica, que incluye a las personas que laboran por hogar y las personas que dependen de ese ingreso, se ubicaban en 13% para 1990 y disminuyó casi 6 veces hasta el 2,9% en que se encuentra en la actualidad, luego de una intensa política de inversión y creación de 4,5 millones de puestos de empleos los últimos 16 años.
«Estos indicadores muestran una fortaleza de la batalla que está librando nuestro país, por ello, a partir del nacimiento de las grandes misiones empieza la disminución franca de los indicadores en la pobreza por necesidades básicas insatisfechas; este valor de 4,5% demuestra la contundencia del modelo que estamos construyendo. En medio de la guerra económica poder bajar la pobreza extrema por debajo de un 5% es un hecho histórico dentro de la serie de medición«, destacó el vicepresidente de Planificación y Conocimiento al presentar los datos.
Señaló que en el área de vivienda los esfuerzos del Gobierno Bolivariano no están centrados solamente en hacer construir las casas, sino en garantizar mejoras en la calidad de vida de los venezolanos que habitan en los nuevos urbanismos.
El Gobierno está trabajando «en un reglamento de equipamiento urbano que no se modificaba desde 1980, y que permitirá crear la dotación del cualquier centro urbano«.
«Es el simoncito, el Centro de Diagnóstico Integral (CDI), el módulo de la misión Barrio Adentro, es el acceso a los servicios en cada urbanismo. No es la casa, sino lo que está asociado«, explicó, al referirse a los nuevos modelos urbanos que han de convertirse en pequeñas ciudades dotadas de todos los servicios de escuela, salud, cultura, industria y comercios necesarios para garantizar los derechos de todos.