Para muchos homeópatas, el estudio del cuerpo y de la salud se basa fundamentalmente en que cada persona tiene una única construcción orgánica y, por ende, le corresponde un tratamiento único y específico que dependerá tanto de su metabolismo como también de su cultura y civilización.
Esto es lo que se define como homeopatía unicista, la cual fue descubierta y practicada por el doctor Samuel Hahnemann, quien experimentó con su propio cuerpo los efectos de las propiedades de la naturaleza.
Él se dio cuenta de que se puede tratar una enfermedad de dos formas diferentes: una, oponiéndose a la enfermedad, forma en la actúa la medicina tradicional y, otra, dando un medicamento que actúe en la misma dirección que lo hace la enfermedad.
Pero para llegar a un tratamiento específico para cada persona, es preciso conocer el cuerpo, el historial médico, alimenticio y cultural para así poder aplicar un único medicamento, ya que de este modo se conoce la acción específica que provoca sobre los síntomas del paciente.
De acuerdo a los principios de esta disciplina es un paciente, una enfermedad y por tanto, uno el medicamento. Ya que tal como señalaba el doctor Hahnemann, si se suministran varios medicamentos para tratar un solo problema no se puede tener precisión sobre cuál de ellos actuó.
Así es el caso de María Eugenia Valdés, quien padece de úlcera gástrica y después de años de tratamiento con la medicina tradicional e incluso en hospitales en Estados Unidos, llegó a las manos del doctor Pablo Irabulata, quien le practicó homeopatía unicista.
“Me he realizado miles de exámenes, tratamiento con antibióticos y analgésicos, pero lamentablemente no podía soportar los dolores. Pero al probar los glóbulos a base de germen de trigo y hoja de gomero, he atenuado las dolencias y he podido sobrellevar mejor esta enfermedad”, sostiene María Eugenia.
La homeopatía tiene una alta efectividad en todo tipo de enfermedades, no obstante dependerá del metabolismo de cada persona, de la enfermedad y del avance de ésta. Sin embargo, cada día son más personas las que optan por probar la medicina natural, por ser menos invasiva y de mayor eficacia.
Por Claudia Pedreros
El Ciudadano