El presidente Evo Morales, en una entrevista exclusiva con el matutino cruceño «El Deber», difundida este martes, aseveró que Chile, por la cuestión del mar, siempre buscó la inestabilidad política, y puso bajo sospecha al cónsul de Chile en Bolivia, Milenko Skoknic, de quien dijo actúa igual que el ex embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, quien fue expulsado del país en 2008.
«Chile, por la cuestión del mar, siempre buscó la inestabilidad política. Sospechosamente estos días, esta semana que se va (la entrevista con Morales fue el 1 de agosto), el cónsul de Chile (Skoknic) estaba viajando a todos los departamentos, no sé si hay que declarar persona no grata a ese cónsul, buscando a autoridades y dirigentes. (…) actúa así como el embajador de Estados Unidos (Philip Goldberg), cuando se reunía con gobernadores opositores, llevando platita para justicia, eso hacía el embajador de Estados Unidos», dijo.
Morales calificó a Goldberg persona no grata, a quien le pidió salir del país tras acusarlo de alentar una ola de protestas desatada por opositores a su gobierno que degeneró en violencia y por intromisión.
«Sin miedo al imperio, delante del pueblo declaro al embajador de Estados Unidos persona «no grata» y he pedido a nuestro canciller que envíe una nota al embajador haciéndole conocer (la decisión) para que retorne a su país», dijo el mandatario en ese entonces.
El jefe de Estado, en diálogo con «El Deber» adelantó que se analizará «profundamente» lo que calificó como la «andanza» del cónsul chileno.
«No sé si son sus atribuciones, vamos a analizar profundamente esta andanza del cónsul chileno», mencionó.
Skoknic, cita el matutino cruceño, es muy cercano al ex canciller chileno Alfredo Moreno, quien decidió paralizar el tratamiento de la agenda de los 13 puntos al no presentar propuestas concretas para solucionar el diferendo marítimo y haber cancelado una reunión bilateral en Santiago.
A contramano, el diputado chileno Jorge Tarud, entrevistado por el mismo medio de comunicación impreso, lamentó los dichos de Morales y pidió «dejar trabajar en paz» al cónsul general Skoknic.
«Escuchamos hablar de todo al presidente Morales. Es un jefe de Estado y lo respetamos, pero no puede acusarnos de intentar desestabilizar su gestión. Eso es muy grave», lamentó el legislador.
Bolivia y Chile litigan en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, luego que en 2013 el país altiplánico inició un proceso para consolidar una salida soberana al océano Pacífico, arrebatada en la invasión chilena de 1879.
En los últimos días, el Presidente indígena, que tiene el respaldo popular de más del 60% de los bolivianos, planteó a Chile el restablecimiento de las relaciones diplomáticas para que en cinco años se resuelva el tema del mar y propuso como garante al papa Francisco, quien en su visita a Bolivia convocó al diálogo para superar el diferendo y después expresó que la demanda boliviana «no es injusta».