Chile: Red Solidaria – Pueblo y Organización

Desde hace una semana, la ciudadanía se encuentra conmovida por la catástrofe que azotó nuestro país; una vez más son los chilenos y chilenas más sencillos quienes lo sufren con mayor fuerza y crueldad


Autor: Wari

Desde hace una semana, la ciudadanía se encuentra conmovida por la catástrofe que azotó nuestro país; una vez más son los chilenos y chilenas más sencillos quienes lo sufren con mayor fuerza y crueldad. El terremoto ha dejado  de manifiesto la otra cara reinante de Chile, la de la injusticia y la inequidad social.

La doble tragedia que hoy se vive, particularmente el sector costero de la región del Maule y la del Bio-Bio, no es sólo el efecto inevitable de un cataclismo natural. Los efectos de éste  se han agravado mortalmente debido a que información clave y certera sobre el maremoto no fue adecuadamente compartida por la Armada con las autoridades pertinentes de gobierno que podrían haber evitado cientos de pérdidas de vidas humanas.

Por otro lado, el apoyo ha llegado tardíamente o no llegó, consecuencia directa de formas de organización centralizada y autoritaria que dejan a los sectores sociales sin iniciativa y sujetos al asistencialismo, con prácticas y formas de convivencia social basadas en la represión a las organizaciones y al debate político, que fomentan el individualismo y la falta de solidaridad.

Quedaron también en evidencia las tremendas deficiencias en la construcción de las viviendas, escuelas, puentes, hospitales y carreteras, producto de un empresariado que lleva décadas lucrándose, actuando de manera irresponsable y criminal, provocando miseria e inseguridad.

A una semana de haber ocurrido el terremoto y maremoto, luego del terror inicial y de haber constatado en terreno el sufrimiento de miles de personas, de ver que la ayuda fue entregada de manera tardía, desorganizada e individualista, de presenciar cómo las futuras autoridades se han dedicado a sacar  provecho político de la desgracia del país, y ante la ausencia de reacción de parte de los partidos políticos, un conjunto de organizaciones sociales y populares nos hemos convocado para conjuntamente  evaluar  la situación y hemos constituido una red que nos permita trabajar por la solidaridad y la reconstrucción, así como por el  rescate, recuperación y fortalecimiento  de los valores  que nos lleven a reconstituirnos como un pueblo organizado que enfrente de manera efectiva y digna la tragedia actual.

Por ello, los que aquí estamos, hemos resuelto articular nuestros esfuerzos  y voluntades para trabajar por la solidaridad con un sentido político, de genero, social y popular, entendiendo que, junto con salir de la emergencia, necesitamos reconstruir un país con valores y conciencia política social.

Trabajaremos por formas de ayuda y solidaridad que sean controladas y gestionadas desde las organizaciones sociales y populares presente en cada una de las localidades afectadas.

Impulsaremos una participación social real y efectiva en las decisiones, las orientaciones y la implementación  de la ayuda y la reconstrucción, fiscalizando cuidadosamente e impidiendo que la reconstrucción se convierta en el gran negocio para grandes empresas o en la gran oportunidad para que políticos y autoridades hagan clientelismo y dividan a los sectores sociales y populares.

Promoveremos las formas de organización y control social que garanticen mantener una convivencia fraterna y digna, donde el ejército cumpla un papel vital en la emergencia y de apoyo a la logística y la infraestructura, y no  le sea asignado el papel represor que antaño jugó y que aún mantiene profundas y dolorosas heridas en el pueblo.

Hoy como ayer  no estamos solos. La  inmensa solidaridad internacional con nuestro pueblo que desde el primer momento nos han expresado multitudinariamente las organizaciones, los movimientos  sociales y gobiernos,  nos compromete a cautelar  que la solidaridad  se canalice e implemente de acuerdo a los principios que hemos enunciado.

Concientes de que la reconstrucción del tejido social es nuestro verdadero norte, y que la solidaridad es más que una donación,  con nuestros esfuerzos y nuestras manos, nuestras conciencias y  convicciones,  con autonomía y fraternidad, estamos convencidos que como pueblo somos capaces no sólo de reconstruir el país, sino construir uno verdaderamente justo, democrático y solidario.

Las organizaciones firmantes hacemos un llamado a las organizaciones y movimientos sociales, a las  instituciones a: integrarnos, unirnos y coordinar nuestros esfuerzos y  acciones  para esta  gran tarea que es de largo aliento.

Firman:

CLOC – VIA CAMPESINA CHILE
ANAMURI
CONFEDERACION RANQUIL
MARCHA MUNDIAL DE MUJERES
CEDEM    (Centro de Estudios de la Mujer)
CENDA  (Centro de Estudios Nacionales para el Desarrollo Alternativo)
U.D.P.    (Sindicato de Trabajadores Universidad Diego Portales)
ANAIC  (Asociacion Nacional de Académicos e Intelectuales de Chile)
FUNDACION TERRAM
CIRCO FEMINISTA
GRAIN
CEPA   (Centro de Estudios por la Agroecología)

Fuente: http://viacampesina.org/sp/

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