La literatura siempre ha representado a las hormigas como unos insectos responsables y trabajadores. Sin embargo, un estudio descubre su gran secreto: no son tan trabajadoras como nos pensábamos.
Daniel Charbonneau y Anna Dornhaus, biólogos de la University of Arizona’s Social Insect Lab, estudiaron hace tiempo a una especie de hormiga de la zona oeste de Estados Unidos y Canadá. Durante la investigación detectaron muchos ejemplares inactivos, aunque no quedaba claro si lo hacían a propósito o simplemente estaban descansando o trabajando por turnos. Pero un nuevo estudio revela que hay hormigas que se dedican a flojear y que en realidad ese podría ser su ‘trabajo’.
Para constatar este hecho, los biólogos recolectaron cinco colonias de hormigas alrededor de Tucson. Con un microscopio y alambre fino marcaron cuidadosamente a 250 sujetos con diferentes manchas de pintura para poder ser identificados y rastreados posteriormente. Durante tres semanas los insectos fueron grabados varios minutos a intervalos regulares.
Al revisar el material constataron que cerca del 25% estuvo flojeando todo el tiempo. Además, las hormigas eran plenamente conscientes de no estar haciendo nada. Para Charbonneau y Dornhaus era como si «se especializan en inactividad» de la misma manera que otros se especializan en buscar alimentos o en cuidar a las larvas de la colonia.
¿A qué se debe esto? Los biólogos no lo tienen muy claro, pero hay algunas razones que podrían explicar este misterioso comportamiento. En primer lugar, las hormigas podrían tener un trabajo que los investigadores no vieron durante las tres semanas de grabación. A lo mejor su tarea sólo se realiza en un momento determinado del año o de su ciclo de vida. También podrían ser ejemplares demasiado jóvenes para trabajar o demasiado viejos, de esta forma vivirían una especie jubilación.
Otra posibilidad es que estas hormigas actúen como una fuerza de trabajo de reserva que entra en acción cuando haya más trabajo que hacer u otros trabajadores mueran. Aunque esta razón carece de peso, varios estudios han comprobado que cuando se necesita más mano de obra las que ya están trabajando simplemente aumentan su actividad.
Más motivos. Estos ejemplares a lo mejor tienen un «comportamiento inactivo» pero no «funcionalmente inactivo«, es decir, tienen puestos de trabajo que no requieren mucho movimiento.
Por último, puede que simplemente estas hormigas actúen de manera egoísta y eludan sus deberes asignados para conservar la energía y reducir al mínimo su exposición al peligro.