La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo hoy que más de2.000 inmigrantes han muerto este año al intentar cruzar el Mediterráneo, desde el norte de África hasta Europa, lo que ha convertido a esta ruta en «la más mortal para los inmigrantes que buscan una vida mejor».
En el periodo similar del año pasado habían muerto en ese mismo trayecto 1.607inmigrantes, de los 3.279 personas que perecieron a lo largo de 2014.
Las cifras evidencian que el Canal de Sicilia, en el Mediterráneo central y que es la que conecta Libia con Italia, es mucho más peligrosa que otras rutas.
Esto también puede inferirse del hecho de que, a pesar de que Italia y Grecia han experimentado números similares de llegadas de inmigrantes (97.000 y 90.500, respectivamente), las tasas de mortalidad en ambas rutas son muy diferentes.
En Italia murieron 1.930 inmigrantes este año, mientras que en el caso de Grecia fueron 60, precisó la OIM.
La última tragedia en el Mediterráneo ocurrió la semana pasada en el Canal de Sicilia, cuando 19 inmigrantes -parte de un grupo de 456- murieron.
El motor del bote se recalentó y se tuvo que utilizar el agua disponible para enfriarlo, lo que provocó que catorce de sus pasajeros fallecieran de calor, fatiga y sed, según testimonios de otros que viajaban en la misma embarcación.
A pesar de las continúas tragedias, la OIM reconoció hoy que el número de muertes se ha reducido de forma importante en los últimos meses y que en gran medida esto se debe al reforzamiento de la operación Triton, un dispositivo de la Unión Europea para vigilar sus fronteras marítimas y que rescata a las víctimas de naufragios.
El relanzamiento de esa operación implicó la puesta a disposición de más embarcaciones que controlan las aguas internacionales, donde los inmigrantes enfrentan las mayores dificultades.
La OIM adelantó que los próximos meses no representarán un respiro en este fenómeno, sino todo lo contrario. Indicó que conforme avanza el verano aumentarán los intentos de atravesar el Mediterráneo.