La economía chilena creció el más pasado un 2,7 por ciento en junio en comparación con el mismo mes del año pasado. Si bien la cifra confirma el ciclo de desaceleración económica por el cual pasa el país, también rompe la tendencia descendente y contradice a los agoreros del sector privado en cuanto la economía chilena podría entrar próximamente en recesión.
En efecto, este es el segundo resultado mensual más alto del año, después del Imacec (Indice Mensual de Actividad Económica) de enero que anotó una expansión económica de 3,2 por ciento. Asimismo, la cifra de junio es sensiblemente más alta a las proyecciones del sector financiero, que apuntaban a un crecimiento entre un dos y un 2,5 por ciento para ese mes.
Las estimaciones de crecimiento del PIB chileno para el año en curso han sido ajustadas varias veces, básicamente afectadas por el escenario económico mundial y sus consecuencias en los precios de los commodities, como el cobre. La última estimación del Banco Central está en un rango entre 2,22 y 3,25 por ciento. Con esta última cifra, el crecimiento se ubicaría al centro de este rango.
La Cepal publicó hace unas semanas sus proyecciones de aumento del PIB para los países de la región. En promedio, estableció un crecimiento de sólo un 0,5 por ciento para el 2015. La misma organización estima que la economía chilena crecerá 2,5 por ciento este año, cifra mejorada respecto al escaso 1,9 por ciento del 2014.