La brigada 17 del Ejercito Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana bombardearon la comunidad indígena de Alto Guayabal del Resguardo Uradá Jiguamiandó, en los límites entre Antioquia y Chocó, el 30 de enero de 2010 a las 3:30 a.m., dejando como resultado de este ataque varios indígenas gravemente heridos y la muerte de un bebé indígena recién nacido.
La clara intención del bombardeo es desplazar a la comunidad indígena y negra, para dar vía libre al proyecto minero Mandé Norte. Uno de los planes más avasalladores, depredadores y arbitrarios que se mueven en las selvas del Chocó. Situado entre Carmen del Darién, Chocó, y Murindó, Antioquia.
Seguros de la existencia de grandes depósitos de oro, de cobre y de un mineral poco nombrado, molibdeno, el gobierno de Uribe ha otorgado a las multinacionales Muriel Mining Co, Anglo Gold Ashanti y a la Glencore todas las concesiones posibles e imposibles y dado facultades para que hagan y deshagan sobre un territorio de 16.000 hectáreas.
Sin embargo, éstos territorios colectivos son de propiedad de las comunidades negras de Jiguamiandó y de los resguardos indígenas de Urada-Jiguamiandó y Murindó del pueblo embera-Katío, territorios ancestrales.
Por obvias razones las comunidades allí asentadas se oponen al desarrollo de ese proyecto; motivo por el cual, el actual gobierno colombiano, violando todas las normas y principios constitucionales nacionales, normatividad internacional y los Derechos humanos y en contravía del Estado social de Derecho, ORDENÓ LA MILITARIZACIÓN DE SUS TERRITORIOS, el BOMBARDEO y QUEMA DE SUS TAMBOS (viviendas indígenas).
Además, la Brigada 15 del Ejercito Nacional Colombiano invadió el resguardo indígena de Urada en la Zona de la Rica, los militares acabaron con las siembras de pan coger y frutales, construyeron helipuertos que son utilizados por la empresa concesionaria para el transporte de sus empleados, talaron tres hectáreas de bosque con la empresa Muriel Mining Co, destrozaron el cementerio sagrado ubicado en la zona de la Rica, donde solo pueden entrar los médicos jaibanas.
Esta situación tiene como antecedentes: El 4 de mayo del 2000 a causa de los operativos en la zona desaparecieron tres (3) miembros de la comunidad de alto guayabal, los desaparecidos son: Reguina Rubiano bariquin de 65 años, Pablo Emilio Domico de 45 años y Blancaina Domico de 16 anos. En los mismos operativos quemaron ocho (8) tambos indígenas, robaron plátano, víveres, utensilios sagrados y animales de cría.
El 22 de junio de 2007 fue bombardeada la comunidad indígena de Isla en el resguardo del río Murindó. El día 8 de febrero de 2008 a las 3:40 pm fue bombardeado el cementerio de las comunidades indígenas de Isla y Coredó. En al zona de La Rica la empresa y los militares construyeron cambuches y campamentos en los que permanecen asentados.
Allí se instalaron dispositivos de seguridad y les dijeron a indígenas dueños del territorio, que no podían transitar por el mismo; estos militares prestan seguridad a la empresa concesionaria, desconociendo derechos ancestrales de los indígenas y negros colombianos y poniendo en riesgo los derechos fundamentales de estas comunidades.
Aterrorizados por la situación y la grave amenaza que se cierne sobre ellos, los Embera Katío hacen un LLAMADO URGENTE nacional e internacional solicitando apoyo para que finalice la militarización de su territorio y evitar el desplazamiento forzado.
En esta página web se encuentra un modelo de carta que se puede enviar automáticamente a las autoridades colombianas y que recoge las exigencias de los Embera Katío.
Ayúdenos a distribuir ampliamente esta información.
Fundación Bosque Tropical
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El Ciudadano