Los rostros impávidos de un sector de la población ante el debacle del actual gobierno se hacen cada vez costumbre; es que no es posible enarbolar la bandera socialista y levantar la figura de Allende para hacerle el juego a la oligarquía apátrida. Aquello es inmoral desde el punto de vista que se le mire.
La chica Bachelet, aquella torturada (aunque nunca se ha demostrado), aquella víctima de la dictadura, fue la carta escondida bajo la manga, esa con la que se hace trampa, para vender a los chilenos un clima maternal, ese amor de mujer que se hace sensible ante las injusticias humanas, la que vendría a poner coto a los atropellos y abusos del que los chilenos veníamos siendo víctima desde la dictadura.
¿Pero qué te pasó muchacha?, mujer acongojada por el sufrimiento humano.
Cómo explicar entonces la deformación de su discurso, como podemos entender el acomodo que hace de las piezas para mantener este sistema económico neoliberal, jugando un papel cómplice para el endeudamiento y sufrimiento de miles de familias para sobrevivir, los mismos que con lágrimas en sus ojos, juró defender. ¿Y los derechos humanos compañera socialista? Se le olvidó que hizo campaña a costa de los que lucharon por ellos, se le olvidó que su discurso se basaba en la utilidad que le traía el cuento de su exilio.
Ante la pregunta de Jocelyn-Holt, de si era usted la carta tapada de los militares, sólo un estallido en llanto fue lo único que se obtuvo como contestación, recurso barato por decir lo menos para solapar una verdad que con el tiempo saldría sola a la luz. Hoy con los hechos objetivos que muestra el quehacer político, logramos establecer el puente de la pregunta que nunca respondió.
Considerando su fuerte relación con los militares. Hija, sobrina, amiga y conocida de múltiples generales. Fue ministra de Defensa y se había transformado, desde mucho tiempo antes, en experta en temas militares, tomando cursos en la ANEPE (Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégico) en 1996, y estudiando en el Colegio Interamericano de Defensa (CID), en el Fuerte Lesley J. McNair, EEUU. Lo de usted no era más que el retorno a la familia militar. Chequeada con mucho detenimiento en Washington y después de haber rendido con satisfacción las pruebas en la ANEPE jugando a ser ministra de Defensa en la simulación de guerra con Perú y Argentina.
Ante tan digna representante de los militares, éstos con orgullos aprobaron su candidatura, mirada con buenos ojos por los represores y los círculos castrenses su paso por la Escuela de las Américas (A lo largo de sus cincuenta y ocho años, ha entrenado más de 61,000 soldados latinoamericanos en técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, y técnicas de tortura. Estos graduados han dejado un largo trecho de sangre y sufrimiento en los países donde han regresado. Hoy día, la «nueva» Escuela de las Américas (WHISC) entrena mas de mil soldados cada año), pasando con honores su curso anti guerrillas y donde aprendió muy bien las técnicas de represión para aplicarlas en nuestro país.
Fiel a su mandato (No el ciudadano por cierto, si no el que obedece al imperio yanqui).
Mantiene una «democracia» con las formas más violentas de control político y social basada en la fuerza pública (Propio de las dictaduras militares de la doctrina de seguridad nacional) ejemplo de democracia importada made in USA.
Crecimiento constante (y sin excepción) propio de economías capitalistas de empresarios nacionales y extranjeros con ganancias siderales para los bancos y empresas que hegemonizan el control económico-productivo del país, y el crecimiento desmesurado de los activos empresariales y fortunas personales en base a la explotación del ser humano.
Crecimiento paralelo, sostenido y sin interrupción, de la “pobreza estructural” (falta de trabajo estable, vivienda y subsistencia mínima) sometido a políticas «asistenciales» y a empleos temporales, dando nacimiento a la flexibilidad laboral (contratos basura con sueldos de basura).
Funcionamiento a pleno de las llamadas «instituciones» que no funcionan, estamentos burocráticos sin control que permiten todo tipo de “arreglos negociables” por sus cúpulas y que avalan la continuidad del sistema de «gobernabilidad democrática”.
Sistema represor y aniquilante que favorece la ausencia total de huelgas generales y el levantamiento de conflictos sociales por reivindicaciones generales de la sociedad (sólo permite que existan conflictos atomizados por reivindicaciones sectoriales).
Vulneración de los derechos a la autodeterminación de los pueblos originarios, robándoles sus tierras y entregándoselas a la inversión extranjera especulativa y de los grandes capitalistas y transnacionales, regalándoles el control casi total de los recursos naturales disponibles.
Enajenación mental y usurpación del trabajo humano, el robo de la plusvalía con el amparo del Estado hace que siga aumentando la brecha entre ricos y pobres.
Manipulación de la verdad a trabes de los medios de Comunicación, cierres de medios radiales autónomos e informativos, negando el derecho a ser de los hombres un sujeto consciente de la realidad en la que vivimos.
Entonces por qué ha de extrañar que esta señora Bachelet reciba y despida con muestras de cordialidad al lacayo yanqui, asesino y narcotraficante de Uribe, no sólo mostrando la mejor de sus sonrisas, si no además, su más irrestricto apoyo a las bases militares en su país. Expresando que Chile «respeta las decisiones soberanas» y que por supuesto respeta el acuerdo militar de Colombia con Estados Unidos. Así el gobierno ha tenido cordiales relaciones con el conservador presidente colombiano, a quien mira como un posible aliado en el diferendo limítrofe marítimo de Chile con el pueblo hermano del Perú.
Saltamos entonces de una dictadura militar financiado por los poderes fácticos chilenos y los EE.UU. a otro tipo de dictadura blanda autorizado por los imperialistas yanquis revestido de «democracia” , es decir una administración civil y un tipo de economía hecha a la medida de los intereses y objetivos de Washington y las trasnacionales capitalistas en los países dependientes de Asia, África y América Latina.
La estrategia geopolítica imperial norteamericana desarrolla en conjunto toda una maniobra militar desplegando bases por todo el planeta, además de tropas listas para actuar allí donde la situación lo requiera. Así en América Latina, la democracia made in USA convive con la cadena de bases y la Cuarta Flota, cuya misión es preservar la hegemonía militar norteamericana en la región y rodear las grandes fuentes de energía, agua potable y biodiversidad que un futuro podrán asegurar la supervivencia del Imperio USA destruyendo el planeta y la dignidad del ser humano víctimas del poder financiero apátrida ayudados por “democráticos” gobiernos que ejercen el control político y con el aparato de la desinformación que moldea y manipula los cerebros de las mayorías de acuerdo a los intereses consumistas de los bancos y trasnacionales que controlan la estructura económica-productiva de los países sometidos a ellos, como lo es hoy Chile.
Pero ojo, la pérdida de la credibilidad social en las instituciones no sólo se produce en nuestro país, el múltiple rechazo al sistema capitalista se da desde el seno mismo de los EE.UU. y se expande al resto del mundo. No sólo a ayudado a esto el mal funcionamiento del estamento “democrático”, también la crisis financiera, el aumento de la pobreza y cesantía en el mundo, el nuevo invento de la gripe humana invento yanquilandesco como medio manipulador, de sometimiento y espionaje se ha vuelto contra ellos.
En un mundo en que simultáneamente hacen explosión las crisis económicas, los estadillos sociales crecen y de poco o nada sirven los políticos y sus instituciones para detener a una masa que clama por su supervivencia y libertad.
Sr. Bachelet poco queda para que el resto de los ciudadanos abran los ojos y le reclamen a usted o al próximo gobierno de turno (pro imperialista) las promesas incumplidas.
Después de todo hay consignas que por añejas que parezcan hacen explosión en momentos de crisis… ¡O se está con el pueblo o se esta contra el pueblo!… Cuando esto pase señores lamebotas del Imperio y sus secuaces… Que Dios los pille confesados, por que no habrá discurso alguno que nos haga olvidar el sometimiento indigno del cual nos han hecho presos a nombre del “Socialismo, la libertad y dignidad”. Con un pueblo hambriento no se juega y menos aún cuando el hambre la han generado ustedes en estos 36 años de Dictadura.
Por Lucas Zahiri