Amnistía Internacional acoge con satisfacción que el presidente nigeriano Muhammadu Buhari anunciara el pasado miércoles un fondo fiduciario para pagar la limpieza de la región Ogoni, en el delta del Níger. La organización considera que los efectos de la medida serán limitados si no se revisan completamente los ineficaces métodos de limpieza de Shell.
La constitución del fondo fiduciario fue una recomendación clave del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que publicó un estudio sobre la contaminación por petróleo de la región de Ogoni hace cuatro años. En su estudio, el PNUMA pidió que se revisaran completamente y con urgencia los procedimientos de limpieza de Shell, especialmente la metodología y la excesiva tardanza en responder a vertidos.
Delegados de Amnistía Internacional examinaron lugares afectados por vertidos y encontraron restos de petróleo en el suelo y en los cauces de agua en zonas supuestamente descontaminadas por contratistas de Shell.
El fondo fiduciario estará supervisado por representantes del pueblo Ogoni, Naciones Unidas, las empresas petroleras con actividades en Nigeria y el propio gobierno.
La suma de 10 millones de dólares es muy inferior a los 1.000 millones que el PNUMA dijo que se debían aportar al fondo para cubrir los 5 primeros años de una labor de limpieza que podría durar hasta 30. En el estudio del PNUMA se recomendó que fueran la industria del petróleo y el gobierno los que hicieran las aportaciones.
“La región Ogoni está devastada por años de vertidos de petróleo, y las operaciones de limpieza de Shell han sido totalmente ineficaces”, ha señalado Mark Dummett.
“En 2011, el PNUMA puso de relieve numerosos problemas relativos al modo en que Shell limpiaba los emplazamientos de producción de petróleo. Hemos visitado múltiples emplazamientos y hemos encontrado contaminación por todo alrededor. A juzgar por lo que se ve, apenas ha cambiado nada desde entonces».