Exigen investigar muerte del activista que buscaba desaparecidos en México

La muerte de un líder popular que buscaba desaparecidos en Guerrero, sur de México, debe ser esclarecida para frenar el clima de violencia que criminaliza la actividad de los activistas humanitarios, dijo a Sputnik Nóvosti Román Hernández, portavoz del Centro de DDHH de la Montaña Tlachinollan.

Exigen investigar muerte del activista que buscaba desaparecidos en México

Autor: Meritxell Freixas

Miguel Ángel Jiménez Blanco, 47 años, quien durante meses trabajó en la búsqueda de cientos de parientes desaparecidos en la zona de Iguala, (220 km al sur de Ciudad de México) —donde 43 estudiantes de la escuela rural de maestros de Ayotizinapa fueron desaparecidos hace más de 10 meses-, apareció muerto el sábado pasado en su taxi, que era su fuente de trabajo.

Familiares víctimas de Ayotzinapa

FOTO: CARAVANA 43 POR SURAMÉRICA

«Esta muerte, aún sin explicación judicial, ocurre en un clima desbordado de violencia en el cual se tiende a criminalizar a las organizaciones populares y humanitarias», dijo el responsable del organismo que trabaja en el corazón de la montaña de Guerrero, en los poblados campesinos e indígenas más afectados por el crimen organizado en las montañas del sur del país que se recuestan sobre el Pacífico.

«Un informe federal coloca a Guerrero como el estado más violento de México –nueva zona de cultivo de amapola blanca para fabricar heroína-, eso resume las condiciones dramáticas en las cuales trabajamos aquí los organismos humanitarios y de la sociedad civil», señala el líder del organismo cuya sede está en la llamada Montaña Roja, bautizada así desde los años 60, cuando fue el corazón de rebeliones campesinas.

Desde hace cinco años, Hernández ha recorrido Guerrero desde la ciudad de Tlapa, documentando la tragedia que deja atrás una era de violencia, que ha tenido su peor expresión en la masacre de Ayotzinapa, saldada con seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos, perpetrada por policías y narcotraficantes confabulados con el alcalde de Iguala, según las pesquisas federales.

El auto taxi de Jiménez Blanco, quien creó un grupo de búsqueda cuando cientos de familiares salieron del anonimato tras la masacre de Ayotzinapa hace casi un año, apareció «estacionado en la carretera que conecta a la Ciudad de México con el turístico puerto de Acapulco, a la altura del poblado de Xaltianguis», dijo un comunicado de la procuraduría de Guerrero.

«El mago de Oz, que ayudó a las familias a tener valor y salir a buscar a los cerros, que Dios te tenga en su gloria fuerza y fortaleza a tu familia; y que la semilla que sembró en los que salen a buscar a su familiar no los paralice el miedo», escribió sobre el líder asesinado el comité de búsqueda «Los Otros Desaparecidos de Iguala, que ha extendido la búsqueda más allá de la masacre de Ayotzinapa, a miles de casos que permanecían en las sombras durante años.

Jiménez Blanco había dicho a periodistas en diciembre pasado que «los cerros alrededor de Iguala son un cementerio», mientras recorría las montañas cavando en busca de cuerpos y buscando pistas.

La ONG que fundó, está formada en su mayor parte por mujeres de unas 300 familias que se encuentran cada domingo para buscar los restos de sus familiares, y ha logrado encontrar 129 cuerpos que han sido reportados a las autoridades para su identificación, sin resultados.

Fuente: Sputnik News


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