El lunes recién pasado y pasados a penas 3 días de la muerte de Manuel Contreras, Samuel Houston y René Lizama presentaron la primera querella criminal post mortem en contra del ex-jefe de la DINA junto al abogado de derechos humanos y Secretario General de la Comisión Chilena de DerechosHumanos, Carlos Margotta T.
Esta querella fue presentada ante el ministro Mario Carroza. Obviamente, al estar muerto Contreras, se acaban las responsabilidades; sin embargo la querella también está dirigida en contra de «Marcelo Moren Brito, Raúl Iturriaga Neumann, Miguel Krassnoff Martchenko, Vittorio Orvietto Tiplizky, y todos aquellos otros que resulten responsables en calidad de autores, cómplices y encubridores por los delitos de secuestro calificado, asociación ilícita genocida, privación ilegítima de libertad, de aplicación de tormentos y abusos deshonestos.”
Esta querella se estuvo preparando con meses de anticipación y se basa fundamentalmente en las torturas de carácter sexual -entre otros tormentos- recibidas de parte de los querellantes, y que nuestra legislación vigente llama eufemísticamente «abusos deshonestos». Estos episodios de tortura ocurrieron en Londres 38 y en Tejas Verdes.
Fuimos a la Comisión Chilena de Derechos Humanos y hablamos con Samuel Houston respecto a este tema. Él nos señaló que hay tres motivaciones fundamentales para presentar esta querella. La primera motivación corresponde a la necesidad de dar cuenta del trato inhumano y de las violaciones a los derechos humanos a las que fueron sometidos por órdenes de Manuel Contreras, jefe máximo de la DINA quien, a pesar de estar, supuestamente muerto, sigue siendo el responsable por los horrores cometidos por el organismo represor.
En segundo lugar, el espíritu que mueve esta querella es el de recuperar una memoria histórica fidedigna, de la que todos somos parte. Es fundamental enfrentar el futuro con el mayor conocimiento posible del pasado, para que nuestros hijos, nietos y generaciones futuras sepan lo que sucedió en nuestro país. Este es un deber para con las víctmas todas y con la memoria.
En tercer lugar, la motivación de esta querella también tiene ribetes de género ya que, tanto Houston como Lizama consideran necesario visibilizar que las torturas y vejaciones sexuales fueron para mujeres y hombres y es fundamental terminar con la cultura machista en los ex-presos políticos varones a los que tanto les cuesta hablar del tema, afectados por la vergüenza de haber vivido experiencias traumáticas de estas características en un entorno que, incluso legalmente, es machista. Por esta razón aprovechamos de hacerles un llamado a también romper su silencio, denunciando estos crímenes contra la humanidad ante los tribunales de justicia.
Hace algún tiempo, agrupaciones de compañeras dieron a conocer la violencia sexual que sufrieron en la tortura y la ausencia de condenas o condenas muy bajas en relación a la gravedad de esos delitos. Tuvieron un tremendo coraje en ese ejercicio y ahora ya es tiempo de que los hombres también hablemos de este tema.
Esta querella pudo ser modificada el lunes, sin embargo decidimos mantener el nombre de Contreras en ella ya que queremos reafirmar que, aún después de muerto el criminal, sigue siendo el responsable de lo que pasó y nosotros, los sobrevivientes, seguiremos en la lucha por la verdad, por la justicia y por la memoria histórica de nuestro país.