La presencia de los especuladores ha dado un vuelco al negocio de la compraventa de crudo, pues en 2000 sólo controlaban un 37% del mercado, según datos que la Comisión Mercantil de Futuros de Materias Primas dio al Comité de Energía y Comercio de la Cámara Baja.
Los futuros nacieron como un mecanismo para que refinerías, aerolíneas y otros grandes compradores de petróleo pudieran firmar contratos a un precio fijo por cierto tiempo y evitar así la volatilidad a corto plazo.
Sin embargo, el mercado está ahora dominado por especuladores como fondos de pensiones y bancos de inversión que no llegan nunca a tomar posesión del crudo.
Ellos ven el hidrocarburo como una inversión tan atractiva como las acciones de una empresa y muy resistente frente al efecto corrosivo de la inflación.
Su deseo de equilibrar las carteras con esas apuestas ha contribuido, según muchos expertos, a la subida del precio del petróleo, que se ha convertido en un tema principal en la campaña presidencial en Estados Unidos y de los legisladores.
«Es hora de que el Gobierno intervenga», dijo hoy en una audiencia el demócrata John Dingell, presidente del Comité de Energía y Comercio.
«Tenemos que considerar toda una gama de opciones para contrarrestar esta especulación voraz», añadió.
El Comité estudia un proyecto de ley que obligaría a los inversores a ofrecer más información sobre sus posiciones y usar más dinero en efectivo para comprar, en lugar de pedirlo prestado.
También impediría que los fondos de pensiones y bancos de inversión posean materias primas.
Medidas de este calibre harían caer el precio del barril en «entre 30 y 60 días» hasta los US$65, según predijo en la audiencia Fadel Gheit, director gerente del banco de inversión Oppenheimer.
Edward Krapels, director de la consultora Energy Security Analysis, coincidió: «Habría una estampida para liquidar las posiciones».
Gheit calculó que entre US$10 y 15 del valor actual del barril de crudo se deben a la depreciación del dólar, porque el petróleo se cotiza únicamente en la divisa estadounidense y al caer ésta el crudo debe subir para mantener su valor real.
Por encima de los US$65, el resto del precio «sería básicamente especulación», según Gheit.
EFE