La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunirá este jueves con representantes de diversos movimientos sociales que hacen vida en el país suramericano con el fin de debatir sobre la situación política actual, en momentos en los que su Gobierno está enfrentando una arremetida opositora que busca la desestabilización.
El encuentro se celebrará en la sede del Palacio de Planalto (sede de Gobierno) y están invitadas unas mil personas.
De acuerdo con fuentes oficiales, en la reunión participarán líderes de los principales gremios brasileños, entre los que destacan: la Central única de Trabajadores (CUT), la Central de Trabajadores de Brasil (CTB), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y organizaciones del campo, entre otras.
Esta reunión se da luego de que la mandataria se reuniera con senadores de partidos aliados, abogados y magistrados de la Procuraduría General de la República de Brasil.
En una entrega de viviendas del programa Mi casa, Mi vida, Rousseff instó a los políticos a pensar en el bienestar del país y dejar a un lado los intereses partidistas y personales “que afectan a toda la ciudadanía y la estabilidad nacional”.
Reconoció que su país enfrenta dificultades económicas, pero afirmó que requiere de apoyo de todos y de tranquilidad para superar este periodo que consideró como pasajero. Criticó además a quienes apuestan a causar daño al Gobierno.
En contexto
La mandataria Dilma Rousseff enfrenta en la actualidad una campaña de desprestigio en contra de su Gobierno por parte de sectores opositores que buscan generar una situación de ingobernabilidad en Brasil.
El sociólogo argentino Atilio Borón señaló que miembros del Parlamento brasileño han sido el principal factor en contra de la gestión de Rousseff, quien recientemente ha abierto el camino al diálogo con los sectores de oposición y diferentes movimientos sociales del país suramericano.
A juicio de Borón “la oposición ha especulado” sobre la administración de la mandataria brasileña, especialmente contra el Partido de los Trabajadores (PT), “haciéndole creer al pueblo brasileño” que es culpable de la actual crisis que se vive en la nación.
Por su parte, el secretario de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil, Edinho Silva, aseguró que existe en el ejecutivo una voluntad política fuerte para lograr una unidad en torno a una propuesta de emprender cambios para superar las dificultades económicas en un ambiente de estabilidad política.
El dato
La campaña no es solo contra Rousseff sino contra “Lula”, quien podría postularse a las presidenciales de 2018. Desde sus inicios Lula Da Silva ha sido atacado por sectores de la derecha en su país, empezando por el diario O Globo, que se ha encargado de difamar al exmandatario con diferentes campañas.
Fuente: TeleSUR