Durante este mediodía, como parte de una ronda de conversaciones que sostendrán autoridades de gobierno con representantes de distintos sectores políticos en relación al proceso constituyente, los ministros Jorge Burgos, Nicolás Eyzaguirre y Marcelo Díaz recibieron en La Moneda a Ricardo Lagos, en su calidad de ex presidente de la República.
Según el vocero Marcelo Díaz con este tipo de encuentros buscan conocer las posiciones de cada uno de los sectores respecto al tema constituyente. “Nos interesan los aportes que pueda hacer el presidente Lagos, esperamos reunirnos con el presidente Frei, visitar al presidente Aylwin y por cierto, por qué no, escuchar la opinión del presidente Sebastián Piñera” recalcó el ministro.
“hay una contribución que todos los actores pueden hacer para que este proceso se pueda hacer con serenidad, con altura de miras, para que el resultado sea una Constitución que sea la casa común de todos los chilenos” cerró el vocero.
Lagos a su turno señaló que «uno de los desafíos principales es cómo este proceso amplio y participativo quede después inscrito en la Constitución, el gran desafío es cuánto de la futura democracia tiene que seguir siendo democracia representativa y cuánto va a ser participativa, porque hay una ciudadanía más educada e instruida que exige ser escuchada y considerada».
Sin embargo lo mejor vendría después.
Lagos, el Padre
Los que han seguido la carrera de Ricardo Lagos, saben que le gusta hacer sentir que es el que manda, el padre que reprende, aconseja y que muestra el camino. Qué sabe de lo que está hablando.
Y, además, tiene claro que una imagen vale más que mil palabras, por lo que hoy aprovechó la tribuna y la manga ancha que le dio La Moneda para explayarse a gusto.
Al salir de la reunión relativa al proceso constituyente Lagos se refirió al estado del gobierno y las tensiones al interior de la Nueva Mayoría.
Respecto de esto último señaló que «El desafío es procesar políticamente nuestras diferencias, porque es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. No están en discusión las grandes reformas estructurales ni los compromisos con la ciudadanía, lo que está en discusión es la ingeniería de detalles».
Y además recalcó el objetivo de todo conglomerado político, enviando un mensaje al cortoplacismo electoral del que sufre la coalición de gobierno, expresando que «Gobernar es tener una idea de Chile, una idea de país y gobernar, el que está aquí piensa en la próxima generación, de aquí a 20 años, de aquí a 30 años y lo que él va a hacer corresponde en mi período a seis años y ahora a cuatro años, pero lo que hace es pensando en la mirada larga del país».
El Lagos padre, dio el raspacachos y dejó tarea.