Como muestra de solidaridad, una mujer llamada Laura, pagó la multa del aparcamiento que llevaba acumulada una madre, quién debió quedarse varios días en el hospital esperando la recuperación de su hijo. Esto sucedió en Australia, pero gracias a Facebook ya se conocen más casos parecidos.
¿Te imaginas que estando en un momento de máxima dificultad, una persona te ayude sin que ni siquiera la conozcas? Parece de película, pero la realidad siempre supera la ficción y gracias a las redes sociales ahora es posible conocer historias como estas. La bondad humana y la capacidad de compasión por los demás, son sin duda, de los más poderoso valores que tenemos las personas, y diariamente en el mundo, son muchas las que brindan su apoyo a otras de manera desinteresada. Esto siempre es importante destacarlo.
La historia ocurrió en Australia, este mes de agosto de 2015. La madre había pasado varios días en el hospital de Canberra, debido al tratamiento de recuperación de su hijo de 9 meses, y al llegar a su coche encontró una nota que definitivamente le alegraría el día. La nota decía algo así: “Hola. He visto que tu coche tenía una multa por aparcamiento. Estoy segura de que lo que estás pasando en el hospital es suficiente, así que he pagado esto por ti. Espero que las cosas mejoren”. Independientemente de la cantidad que fuese la multa, este gesto representó un gran alivio para la afortunada, y un agradable ejemplo de que en los momentos duros, la vida puede sorprendernos.
La sorpresa tenía nombre: “Laura”, tal y como ponía la firma de la nota, cuya imagen en pocos días, ha dado la vuelta al mundo gracias a la exposición que ha tenido el post de Facebook que publicó la madre posteriormente, para agradecer a la desconocida y para dar a conocer su caso. Esta exposición, hizo que otras madres se identificaran con la historia, la comentaran, la compartieran, y también se conocieran casos nuevos de otros buenos samaritanos haciendo lo propio, generándose así, más de 95 mil acciones en esta red social.
¿No sería genial que en tiempos duros todos contáramos con una mano de apoyo, aunque fuese desconocida? ¡Seguramente!
Fuente:: El Diario Montañés