Probablemente estés sufriendo ahora de desamor o hayas sufrido de él en algún momento de tu vida. Si es así, sabes lo doloroso que puede ser perder a una persona, aceptar que terminó, y que esa etapa de tu vida está concluida. A veces, es más fácil aferrarse a alguien que dejarlo ir. Soltar la mano de esa persona que pasó un tiempo a tu lado, no parece la opción; pero tal vez deberías preguntarte, cuándo fue la última vez que sostuvo tu mano con fuerza.
Se nos ha dicho incontables veces que estamos destinados a encontrar al amor de nuestra vida, y que una vez que lo hagamos, nos sentiremos completos y plenos, pues no necesitaremos de nada más. Pero, ¿qué sucede cuando ese amor no es correspondido o cuando el paso de los días se llevan las flores de la primavera para traer noches frías y de olvido? ¿Qué sucede cuando lo único que queda de esa persona que una vez estuvo con nosotros es la marca de una ausencia?
La alegría que rápido vino con la ilusión de lo que el otro a nuestro lado significaba, parte con la misma fugacidad que llegó. Nos deja en un estado de incertidumbre y de dudas. De sensaciones que juegan con nuestro corazón y manipulan nuestra mente. El debate comienza. Te sientes liberado, pero también eres prisionero de esa persona que aun lejos de ti tiene el “poder” de retenerte. Te sientes feliz, pero también desdichado por la idea de lo que podría haber sido. Te sientes fuerte, pero débil por no saber si pelear o dejar ir al que tanto quieres. En esos momentos de sensaciones encontradas, seguro has visto Bridget Jones incontables veces con un bote de helado, o tal vez hayas preferido estar acompañado de amigos y una botella para sentirte mejor; para pasar una noche inolvidable que te hará sentir invencible, pero que al día siguiente te dejará con un dolor de cabeza que te recordará la razón de tu borrachera.
La realidad, es que debes aprender a dejar ir. A cerrar ciclos, a despedirte y a continuar con tu vida. Porque eres fuerte y no necesitas de nadie más para ser feliz. Porque lo que hoy parece insuperable, te llevará por mejores caminos. Y, entonces, quizás algún día, encuentres a alguien con quien sí podrás pasar el resto de tu vida. Porque como dijo el escritor libanés Khalil Gibran, “Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?”
Estas son algunas frases que te recordarán lo que vales y que te harán olvidar al amor de tu vida; o al que creías era el amor de tu vida.
“Sabe lo mejor de los corazones rotos? Que sólo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños”.
–Carlos Ruiz Zafón
“Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él”.
–Paulo Coelho
“Es mejor estar sola que infeliz con alguien”.
–Marilyn Monroe
“Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero a menudo vemos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos otra que se ha abierto para nosotros”.
–Alexander Graham Bel
“Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa”.
–Gabriel García Márquez
“Existen derrotas, pero nadie está a salvo de ellas. Por eso es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotados sin siquiera saber por qué se está luchando”.
–Paulo Coelho
“Es duro, es doloroso, no ser amado cuando se ama todavía, pero es bastante más duro ser todavía amado cuando ya no se ama”.
–Georges Courteline
“Es necesario haber amado, después perder el amor y luego volver a amar todavía”.
–Vincent Van Gogh
“De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio”.
–Erich Fromm
“Saber olvidar, más es dicha que arte”.
–Baltasar Gracián
“El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga”.
–Indira Gandhi
“Y si no das más, tan sólo encuentra lo que hay en tus manos, piensa que dar amor nunca es en vano. Sigue adelante sin mirar atrás”.
–Pablo Neruda
“No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar”.
–Albert Camus
Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los “cómos”.
–Friedrich Nietzsche
“Pero, a fin de cuentas,¿quién puede decir lo que es mejor? No te reprimas por nadie y, cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz”.
―Haruki Murakami
“La felicidad está dentro de uno, no al lado de nadie”.
–Marilyn Monroe
“La cuerda cortada puede volver a anudarse, vuelve a aguantar, pero está cortada. Quizá volvamos a tropezar, pero allí donde me abandonaste no volverás a encontrarme”.
–Bertolt Brecht
“Perdonar es de sabios, olvidar es de genios”.
―Joyce Cary
“No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores… el tronco seco dará nuevas hojas”.
–Alfonsina Storni.
“Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites”.
–Mario Benedetti.