La devaluación del yuan inquieta a América Latina, que en la última década ha tenido en China a uno de los motores de una bonanza que ya daba muestras de ir apagándose. La depreciación de la moneda china esta semana, la mayor desde 1994, ya provocó movimientos a la baja en los precios de las materias primas, principal renglón de las exportaciones latinoamericanas. Junto a Brasil, Chile es la economía más expuesta a los cambios, cuya economía depende en gran medida del cobre exportado a China.
El trance actual sumó otro problema a Brasil, la mayor economía de la región, actualmente en caída libre y a un paso de perder el preciado grado de inversión.
China es el segundo origen de las importaciones de América Latina y el tercer destino de sus exportaciones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El 75 por ciento de esos productos exportados son primarios; desde granos hasta petróleo.
Pekín también desarrolla o proyecta inversiones en la región que van desde un canal interoceánico en Nicaragua hasta puertos en Cuba y refinerías en Venezuela. Además oficia de prestamista de países como Argentina, Ecuador o Venezuela, que tienen dificultades de acceso al crédito. En enero China prometió invertir 250 mil millones de dólares en 10 años en la región.
Proceso confuso
Nadie sabe hasta dónde va este proceso y eso, en el corto plazo, es confuso, dijo Joao de Castro Neves, director de Eurasia Group para América Latina, con sede en Washington.
El efecto inmediato es negativo para las economías más expuestas a China, como Brasil o Chile, observó por su lado Daniel Cunha, de XP Investimentos. Hay un aumento de las primas de riesgo (costo que países o empresas pagan para financiarse en los mercados internacionales), una desvalorización de las monedas y una baja de las materias primas que genera en esas economías una sensación de mayor vulnerabilidad, como es el caso de Brasil y, en segundo lugar, de Chile, por la exportación de cobre, dijo Cunha.
La devaluación de la moneda china estimula sus exportaciones y encarece las importaciones. Sin embargo, economistas advierten que ya varias monedas de la región venían depreciándose, lo cual opera como compensación.
Argentina y reservas
En el caso de Brasil la depreciación en 2015 ya suma 23 por ciento. Si se compara el flujo cambiario de Brasil y China la devaluación es una amenaza que está parcialmente neutralizada por la del real, apuntó De Castro Neves.
Argentina está con un ojo en lo comercial y otro en las reservas del Banco Central. Los chinos pagarán más cara la soya argentina pero, según analistas, eso se mitiga por la caída del precio de las materias primas, que en el caso de la soya fue de 3 por ciento.
China ha hecho inversiones por 23 mil millones de dólares en Argentina y una parte de las reservas nacionales se componen de yuanes (el equivalente de 8 mil 200 millones de dólares sobre un total de reservas de 33 mil 800 millones dólares).
El economista Lorenzo Sigaut Gravuina, de la firma Ecolatina, sostuvo que la devaluación pone a Argentina en aprietos. Obligará a correcciones que impidan profundizar el atraso cambiario que perjudica al comercio argentino y regional, estimó.
Venezuela, un país petrolero con una economía descalabrada, puede sufrir más por la caída de los precios del crudo que por la devaluación del yuan, dijo Luis Oliveros, profesor de la Universidad Central de Venezuela.
Venezuela adeuda a China unos 22 mil millones de dólares, cifra que para China no es realmente grande, afirmó Oliveros. A su juicio la clave es el precio del petróleo, casi la única producción de Venezuela. Me preocupa que la economía china siga teniendo problemas porque eso significa más presión hacia la baja del petróleo y eso impacta mucho más en la economía venezolana, afirmó.
Lo mismo ocurre en Ecuador. A menores precios del petróleo, sube el riesgo país ecuatoriano y eso encarece conseguir más financiamiento externo, dijo el economista Alberto Acosta, editor de Análisis semanal.
Chile y el cobre
Chile, el mayor productor mundial de cobre, ya estaba bajo la presión de precios menores del metal. Dado que esperamos que el gigante asiático ralentice sus importaciones en el corto plazo, también esperamos que el intercambio comercial con la región disminuya, especialmente con Brasil, que representa cerca de 6 por ciento de las exportaciones chilenas, dijo Pablo Basso, de la firma Capital FX.
Es muy probable que veamos nuevos recortes en las proyecciones de crecimiento tanto para 2015 como para 2016, adelantó.
Chile creció 1.9 por ciento en 2014, su nivel más bajo en cinco años. Para 2015 rebajó su proyección de crecimiento a un rango de entre 2.25 a 3.25 por ciento.
De su lado, el economista Jorge González Izquierdo, de la Universidad peruana del Pacífico, sostuvo que la industria de su país sufrirá porque competirá con la producción china tanto en el mercado exterior como en el doméstico.
Observó que si a raíz de la devaluación del yuan la economía china se acelera la economía mundial se va a beneficiar y los precios del cobre, oro, plata, se pueden recuperar. Perú exporta esos productos en gran medida, y se vería beneficiado, apuntó.