El grupo terrorista Estado Islámico (EI) decapitó este martes al antiguo responsable de la Dirección General de Antigüedades y Museos en Palmira Jaled al Asad en una plaza pública de esta localidad siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Los yihadistas asesinaron al arqueólogo después del atardecer ante una multitud.
Jaled al Asad, de 81 años, fue degollado con un cuchillo ante la mirada de decenas de personas tras pasar un mes de cautiverio en manos de los extremistas. La web opositora Zaman al Wasl informó que los extremistas acusaban de traición. Su cadáver fue colgado en una columna antigua.
El grupo yihadista tomó el pasado 20 de mayo el control de Palmira, situada en el este de la provincia de Homs y cuyas ruinas grecorromanas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Desde entonces impera una gran preocupación de que los extremistas puedan destruir la ciudad histórica, como ya hicieron en Irak con numerosos lugares arqueológicos.
La parte antigua de la población ha sido en los últimos meses escenario de asesinatos por parte de los radicales. En uno de ellos, 25 menores de edad reclutados por el EI mataron a tiros a ese mismo número de efectivos gubernamentales capturados por los yihadistas.
Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria. Antes del inicio de la contienda, en marzo de 2011, sus ruinas eran una de las principales atracciones turísticas del país árabe y de la región