Los alumnos llevan más de dos meses de movilización indefinida en los Campus San Joaquín y Vitacura, tras levantar un pliego de demandas con cinco ejes centrales: Democracia Multiestalmetal, Políticas de Financiamiento, Calidad y Acceso, Inclusión y Retención Estudiantil y Finalización del Subcontrato Laboral, los que obviamente han sido ignorados por parte de Rectoría por medio de intransigencias y falta de respuestas que sólo motivan a los jóvenes a protestar.
Manifestaron que desde arriba están buscando cerrar acuerdos institucionales con Casa Central afectando directamente a todos los Campus y Sedes de la Universidad y al mismo tiempo abusando del centralismo al no escuchar los temas que el alumnado desea discutir.
Por su parte, el Centro de Estudiantes, explicó que el pliego de demandas enviado a rectoría fue respondido después de 42 días y en donde la única voluntad que mostraron fue constituir mesas de trabajo que “no tienen carácter resolutivo”, por lo tanto no han podido llegar a ningún avance concreto, acrecentando además, todas las medidas antipedagógicas que conlleva el no mantener una discusión recíproca con el cuerpo estudiantil.
A raíz de esto, el movimiento en el Campus Santiago se ha desgastado y genera un descontento en los estudiantes del Campus Vitacura, quienes hicieron una Asamblea que solicita el pronunciamiento del Rector frente a la nula respuesta al petitorio institucional entregado hace 14 días junto a cuatro federaciones de la Universidad (CONFEUSAM) y que aún no tiene respuesta.
El documento habla de una imposición de Vicerrectoría Académica para volver a clases y reestablecer evaluaciones en hoteles, pasando a llevar y denigrando la decisión de los jóvenes en cuanto a la paralización absoluta. La toma del Campus vitacura y San Joaquín fue avalada por la Asamblea y partió en el marco de no dejarse pisotear nunca más ante la indiferencia de Rectoría, porque “su silencio fue la última falta de respeto que aguantaremos”, señalaron los manifestantes.
Hoy los estudiantes del Campus Vitacura expresan que defenderán la lucha, la historia y la convicción que proyectan porque están convencidos de que la forma de radicalización es la más efectiva para destrabar el conflicto y también para levantar la pelea por respetar la construcción de una Universidad democrática.