Hace una semana que Virginia Ruiz, de 38 años, se lanzó al ruedo de la plaza de La Malagueta, en Málaga (España), hasta llegar al novillo agonizante e intentar abrazarlo. Su gesta fue grabada por un grupo de chicas antitaurinas de Málaga y un día después subido a YouTube en el canal del Colectivo Antitaurino de Marbella. «Esa noche ya se puso en contacto conmigo un medio estadounidense», cuenta Ruiz. Fue solo el primero de muchos: el vídeo sobrepasa las 493.000 visitas en el momento de escribir estas líneas. Por este gesto, además, ha sido premiada por la asociación animalista PETA. «Ando un poco descolocada… ¡Si lo llego a saber, no salto!», bromea, entre risas.
Antitaurina y animalista, Ruiz ocupa su tiempo «en una protectora de animales domésticos» que ella misma creó. Es auxiliar de veterinaria, pero no es eso lo que le da de comer. «Vivo de las rentas», explica a Verne en conversación telefónica. Reconoce sin tapujos que no es «mileurista» y está «cansada de la imagen que los medios y los taurinos venden de los animalistas. No hay que estar sin blanca para luchar por los derechos de los animales».
La activista dice que rompe el cliché. «Mi padre es policía», cuenta, «y mi novio también. Lo conocí en una manifestación. Hay quien se piensa que ciertos perfiles de personas o profesiones tienen que ser pro-taurinos por narices, y no es así».
«Salté sin pensar»
La del jueves 13 de agosto no era la primera corrida que presenciaba desde la plaza. «En ocasiones, voy a hacer fotos de la brutalidad de las corridas», explica, «y decidí acercarme a La Malagueta porque en las novilladas no torean tipos profesionales sino los alumnos de las escuelas taurinas, lo cual convierte el espectáculo en una carnicería mayor porque no saben». Allí fue donde se lanzó al ruedo. «Estaba triste de ver a la gente ovacionando a un animal agonizando», cuenta, «y salté completamente sin pensar».
Ahí comenzó la breve odisea de la activista. «Al principio no tuve miedo, pero una vez estaba encima del toro, con toda la gente abucheando, fue cuando fui consciente de dónde me había metido», dice. Al poco se la llevaron del ruedo: «Me metieron a un pasillo, empezaron a empujarme y me retuvieron contra mi voluntad, pero no había ni seguridad ni policía, era gente de la plaza. Pero no toreros, ¿eh? Señores que estaban ahí, con su gin tonic».
La espera hasta la llegada de la policía se hizo larga. «Había un señor de las escuelas taurinas que se le salían los ojos de las órbitas de rabia», recuerda Ruiz, que afirma haber recibido hasta la llegada de los agentes «patadas, insultos y escupitajos». «La gente que me decía ‘cuando venga la policía te vas a cagar…’ y yo realmente estaba deseando que llegaran, porque ese hombre parecía que me quería matar». Cuando finalmente aparecieron los cuerpos de seguridad, simplemente la sacaron de la plaza: «Me pidieron el DNI y hasta luego».
Aunque en la red ha aparecido incluso un proyecto de crowdfunding para pagar su multa, Ruiz aclara que «por el momento» no ha recibido ninguna notificación. «No sé si me denunciarán», afirma, «pero por si llega, aquí tengo mi parte de lesiones y mi abogado esperando».
La notificación que sí ha llegado ha sido la PETA: la organización internacional de defensa de los animales la ha nombrado socia honorífica y le ha ofrecido el título «Héroe para los animales», que Ruiz recibirá en breve en casa. «Hoy me han mandado una foto del título enmarcado que me van a enviar y estoy emocionadísima», cuenta. «No es algo que merezca yo sola sino todos los antitaurinos y, muy especialmente, todos aquellos que se han lanzado al ruedo antes que yo».
Muchos medios la han catalogado como «la primera mujer en saltar al ruedo», aunque ella corrije: «No soy la primera, aunque sí creo que soy la primera que lo hace sola. Gladiadores por la Paz saltaron en grupo una vez e iban unas 17 personas y, obviamente, había chicas».
¿Y qué opinan sus allegados del revuelo? «Mi pareja se sorprendió», reconoce. «Se enteró porque le llegó la alarma al móvil de la noticia de Diario Sur y me llamó en plan ‘dime que no has sido tú…’. Cuando se enteró que había sido yo, su respuesta fue: ‘La madre que te parió…». Son justo las fotografías de Diario Sur, realizadas Eduardo Nieto, las que están girando por redes e ilustran la careta del vídeo de Youtube del Colectivo Antitaurino de Marbella o el proyecto de crowdfunding.
Ruiz afirma que ha recibido algún comentario ofensivo desde su salto al ruedo, aunque no le da mucha importancia: «mensajes me han llegado, pero nada, cuatro garrulos», explica. «Se reportan a Facebook, se eliminan y listo». A pesar de ello, y a pesar de bromear con la idea de que no hubiera saltado de saber la de entrevistas que le esperaban, la activista apunta que no descarta repetir. «No vamos a parar y seguiremos luchando», avisa, «porque tenemos recursos y no somos pocos, aunque eso es lo que ellos creen. Ahora toca Tordesillas».