Estudio afirma que las personas con historial familiar de cáncer no deben beber

Un nuevo estudio establece que la bebida en personas con familiares que padecieron cáncer las hace especialmente vulnerables a este mal. El riesgo es especial en las mujeres y en hombres que fuman tabaco.

Estudio afirma que las personas con historial familiar de cáncer no deben beber

Autor: paulwalder
Close-up of red wine being poured from a bottle into a glass

Close-up of red wine being poured from a bottle into a glass

Las personas con historial familiar de cáncer deben considerar en serio dejar de consumir alcohol por completo, advierten expertos. Este consejo responde a una nueva investigación que muestra un vínculo entre la bebida, incluso moderada, y la enfermedad, en particular el cáncer de seno en las mujeres, informe The Independent.

El estudio, publicado en el British Medical Journal (BMJ) esta semana, concluye que ingerir incluso pequeñas cantidades de alcohol incrementa el riesgo de cáncer en las mujeres y en los hombres que fuman.

El hallazgo se basa en datos recabados en dos estudios realizados en Estados Unidos entre más de 135 mil personas, a las que se dio seguimiento durante más de 30 años. Investigadores de la Escuela TH Chan de Salud Pública de Harvard, del hospital Brigham and Women’s, así como de la Escuela Médica de Harvard, todos en Boston, Massachusetts, analizaron la tasa de fallecimientos de cáncer.

Luego de considerar otros factores de riesgo como obesidad, el hábito de fumar y antecedentes familiares de la enfermedad, descubrieron que el hábito de beber en cantidades de ligeras a moderadas –menos de dos copas al día en mujeres, y de tres a cuatro en hombres– se vincula a un incremento en el riesgo de cáncer. Las mujeres de consumo entre ligero y moderado enfrentan un riesgo 13 por ciento mayor de cáncer, ya sea que fumen o no. Mientras el riesgo de cáncer relacionado con el alcohol era también más alto entre hombres que bebían en niveles bajos, no se halló asociación en hombres que nunca fumaron.

El riesgo para las mujeres se reduce sobre todo al cáncer de seno. El tejido del seno podría ser más susceptible al alcohol que el de otros órganos. Entre las explicaciones probables figuran los niveles mayores de estrógeno y andrógeno, señala la investigación, financiada por el gobierno estadunidense.

El estudio subrayó, sin embargo, que el incremento del riesgo era mínimo. El hábito de beber entre ligero y moderado se asocia con un riesgo pequeño e insignificante de cáncer en general, concluye el estudio.

Sin embargo, en un comentario acompañante, el doctor Jürgen Rehm, del Centro de Adicción y Salud Mental de Toronto, Canadá, señaló: Las personas con antecedentes familiares de cáncer, en especial las mujeres con historial familiar de cáncer de seno, deben considerar reducir su ingesta de alcohol por debajo de los niveles recomendados, o incluso abstenerse del todo, dado el vínculo ahora bien establecido entre la bebida moderada y los tipos de cáncer relacionados con el alcohol.

Su advertencia fue secundada por el profesor Ian Gilmore, presidente del organismo británico Alcohol Health Alliance: Esta investigación confirma los resultados de estudios previos, según los cuales no existe un nivel seguro de consumo de alcohol cuando se trata del riesgo de cáncer.

El doctor Richard Roope, jefe clínico de cáncer en el Colegio Real de Médicos, añadió que el estudio es un recordatorio del vínculo entre el alcohol y el cáncer. Queremos que nuestros pacientes tengan una vida larga y saludable, afirmó.

Publicado en La Jornada

 


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