Olor a ala, olor a pata, olor a poto, en fin. El cuerpo humano actúa de maneras muchas veces desconocidas y puede ser capaz de generar cosas tan sublimes como un beso o una canción hasta la liberadora pero molesta presencia de un peo en mitad de un viaje en micro.
A continuación te mostramos, desde un mirada sesuda y científica, cuál es la química de nuestros olores corporales las que muchas veces, son más terribles que amables.
Con información de invdes.com
El Ciudadano