Fumar no sólo incrementa las dificultades de concepción sino que, una vez consumado el embarazo, incrementa los riesgos de aborto y de enfermedades o malformaciones del niño.Un especialista lo explica para Infobae
A pesar de las reiteradas advertencias de los médicos, mucho adultos continúan fumando yhacen ojos ciegos a los graves daños que provoca el tabaco en su salud. En el caso de las mujeres, las consecuencias de su consumo pueden llegar a ser devastadoras.
“A pesar de las restricciones que se han aplicado en los últimos años para limitar el consumo de tabaco, y de todas las advertencias y esfuerzos puestos para evitar este flagelo, un porcentaje importante de personas siguen fumando. La razón es bastante simple: se trata de una droga altamente adictiva, relativamente barata, y socialmente aceptada. A esto se suma el hecho de que la desintoxicación no es sencilla, ya que el hábito se relaciona con actividades cotidianas (después de las comidas, junto con un café, en reuniones, etc)”, explicó el Dr. Fernando Beltramone (MP: 22.205 – ME: 9.064), especialista en ginecología y obstetricia, en medicina reproductiva y en cirugía videoasistida.
El experto consultado sostuvo que, en la actualidad, 5 millones de muertes al año son debidas directamente al tabaco, y éste es responsable de 1 de cada 10 muertes en adultos. Según datos de 2013, proporcionados por la Organización Mundial de la Salud, se estima que en Estados Unidos el 10,3% de las mujeres fuma en el tercer trimestre del embarazo.
“No es necesario detallar las patologías que origina el consumo de cigarrillo, las cuales son ampliamente conocidas (cáncer de pulmón y vejiga, problemas cardiovasculares, enfisema, etc). Sobre esto se ha hablado mucho. Pero sí es importante conocer que el cigarrillo tiene otras implicancias que van más allá de las afecciones más conocidas, y una de ellas es su efecto sobre la fertilidad. Distintos estudios han demostrado claramente que la mujer que fuma tiene menor chance de lograr un embarazo que la que no lo hace. Esto está probado unánimemente en todos los artículos publicados hasta la fecha”, indicó Beltramone.
“La prevalencia de infertilidad es mayor en las mujeres fumadoras, y el tiempo para lograr embarazo también lo es. En otras palabras, se incrementan tanto las dificultades para concebir como así también los tiempos para que el embarazo se produzca. Pero esto no es todo.Debemos saber también que existe un impacto en la fertilidad del fumador pasivo, es decir de aquella mujer que está en contacto indirecto con el cigarrillo”, sostuvo el galeno y agregó que el impacto del fumador pasivo en la fertilidad es apenas menor que en el caso del activo; por lo que si cualquiera en la pareja fuma, condiciona la fertilidad de ambos. El efecto en la mujer es mayor cuanto más tiempo y mayor cantidad de cigarrillos fume a diario.
“Debemos saber que fumar causa también una pérdida acelerada de óvulos en los ovarios, y adelanta la llegada de la menopausia. Asimismo, incrementa las anomalías genéticas en los óvulos disponibles. Además de disminuir objetivamente la fertilidad, disminuye la chance de embarazo durante los tratamientos: en el caso de la fertilización in vitro, las fumadoras tienen entre 30 y 50% menos chances de embarazarse que las que no fuman (de su misma edad), siendo necesaria mayor dosis de medicación para estimular sus ovarios”, destacó.
Efectos sobre el embarazo:
“En el caso de las mujeres que, pese a fumar han logrado el embarazo, está científicamente demostrado que hay un aumento en la cantidad de pérdidas (aborto espontáneo) en las fumadoras, y aparentemente aumenta también el riesgo de embarazo fuera del útero(ectópico)”, advirtió Beltramone.
Más tardíamente, el cigarrillo está asociado a bajo peso al nacer, a mayor riesgo de muerte perinatal y a complicaciones neonatales; mayor riesgo de desprendimiento prematuro de la placenta (evento que causa sufrimiento fetal, y a menudo muerte fetal), significativamente más riesgo de parto prematuro, y mayor riesgo de malformaciones fetales, como el labio leporino y paladar hendido.
Por último, se ha observado mayor prevalencia del síndrome de muerte súbita del lactante (llamada muerte blanca o de cuna) en los bebés de pocos meses de edad, hijos de madres fumadoras.
“Los especialistas en fertilidad recomendamos hacer un esfuerzo para dejar el cigarrillo, no sólo para facilitar las posibilidades de concepción sino también para reducir los riesgos de enfermedades o malformaciones en el niño por venir“, finalizó Beltramone.