«Les afirmo que no renunciaré y que con toda entereza enfrentaré y me sujetaré a los procesos que en ley correspondan», afirmó el pasado domingo el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, en un mensaje citado por AFP.
En respuesta a la declaración del presidente, una mujer que formaba parte del grupo de los ‘indignados‘ con las velas encendidas para celebrar la posible denuncia dijo: «Debe renunciar, ya estamos cansados y el presidente debe entender que el pueblo ya no lo quiere».
El pasado viernes la Fiscalía y la comisión de la ONU contra la impunidad en Guatemala (CICIG) acusaron a Pérez Molina y a la exvicepresidenta Roxana Baldetti de encabezar una red aduanera corrupta. Según la Policía, la estructura de la red de defraudación aduanera conocida como ‘La Línea’ fue desmantelada el pasado 16 de abril y hasta el momento han renunciado los ministros de Salud, Economía, Educación y Agricultura, así como el comisionado presidencial de Competitividad, los tres viceministros de Economía y la encargada de la reforma de la Policía.
Ante las acusaciones, el presidente pidió perdón al pueblo guatemalteco y afirmó que se someterá a la justicia y demostrará su inocencia, según informa el portal El Periódico.