Sr. Director
El 1° de abril se inició la aplicación del Plan de Gestión de Episodios Críticos de Contaminación Atmosférica en la Región Metropolitana de Santiago (RMS), lo que nos recuerda nuevamente el enorme déficit de árboles urbanos existente. La polución presente en el aire que respiramos debería ser absorbida por las hojas de los árboles, eliminando los efectos dañinos que causa como precursor de enfermedades respiratorias humanas.
Para la RMS, el año 2004, la Facultad de Ing. Forestal de la U. de Chile estimó que en ella existían alrededor de 6.245.000 árboles urbanos, públicos y privados y, el año 2009, la Universidad Católica indicó que existe un déficit de 14 millones de árboles por plantar.
Han quedado en el camino diversas iniciativas para la creación de instrumentos que promuevan la arboricultura urbana, tales como la Ley del Árbol del año 2005, que aprobó en general el Senado en primer trámite constitucional (Boletín Nº 2238-12), o el acuerdo N° 768 de la Cámara de Diputados, del 12 de junio de 2009, donde se “solicita al Ejecutivo” enviar al parlamento un proyecto de ley que contenga “medidas de fomento del arbolado urbano a lo largo de Chile”. Se debe mencionar también el inconcluso Plan Santiago Verde del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago.
Muchas personas olvidan que el primer paso necesario de dar para enfrentar el desafío de arborizar nuestras ciudades consiste en producir los árboles que se requiere plantar en cantidad y calidad adecuadas, considerando al menos: a) altura mínima adecuada y b) mantención de las hojas en invierno.
Santiago JM Del Pozo Donoso
Ingeniero Forestal
árbol.cl