El grupo armado Estado Islámico subió a las redes sociales una serie de fotografías que muestran la supuesta destrucción del antiguo templo de Baal, situado en las ruinas arqueológicas de la ciudad de Palmira.
Las imágenes que fueron publicadas en las redes sociales por seguidores del grupo yihadistas se presentaban junto al texto: «La completa destrucción del templo pagano de Baalshamin«. Por el momento los expertos no han podido confirmar la veracidad de las fotografías que muestran el momento de la explosión y los instantes previos a la detonación con el templo invadido por explosivos.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, consideró este ataque contra la edificación con más de 2.000 años de antigüedad un «crimen de guerra«, pues el templo de Baal de Palmira estaba considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, condenó también la destrucción de los restos arqueológicos exigiendo que tal acción se considere «un crimen de guerra» por el cual «sus autores deben ser castigados«.
Además de la destrucción de su templo histórico, Palmira también tiene que lamentar la muerte del antiguo jefe de los arqueólogos, Jaled al Asad, que fue degollado por miembros de Estado Islámicos siete días atrás.
La oleada de ataques y saqueos a históricas ciudades arqueológicas y patrimoniales comenzó a finales de febrero con la destrucción del Museo de Mosul y continuó con la destrucción de las históricas ciudades iraquíes de Nimrud, Hatra y Dur Sharrukin.