James Osborne, un agricultor de Nebraska, sólo necesitó 3 minutos para probar que él tenía razón y desenmascarar a quienes intentaban blanquear su propia imagen.
Se paró ante el comité de la Conservación de Petróleo y Gas de Nebraska, llenó 3 vasos con agua limpia y luego agregó una especial mezcla de aditivos utilizados para la fracturación hidráulica.
Luego dijo: “Usted me dijo esta mañana que bebería esta agua”, señalando al líquido contaminado. “¿La bebería? ¿Sí o no?”, preguntó dirigiéndose a los miembros de la junta partidarios de la fracturación hidráulica o ‘fracking’. Mira qué ocurrió después:
Lo que Osborne buscaba era llamar la atención sobre los estragos que causan los residuos del ‘fracking’ en las aguas.
Justamente este comité está realizando audiencias públicas (al más puro estilo de reunión del pueblo de Springfield) sobre la propuesta de una empresa petrolera que quiere enviar las aguas residuales del ‘fracking’ de otros estados a Nebraska, donde sería desechada en un “pozo de eliminación” del condado de Sioux.