Aquí abajo he escrito esas cosas que me hubiese gustado decirme a mi mismo cuando tenía 18-20 años. Claro que pueden parecerle graciosas a aquellos que hasta ahora están finalizando la educación secundaria, pensarán ¿pero qué sabe este de la vida? Lo sé porque yo fui así. Y ahora sé con plena seguridad que “este” sabe mucho más de lo que parece. Vale ¿qué me diría a mí mismo allá en 1995?
- Como decía una canción que escuché alguna vez: ”no fumes, no bebas, que el resto se alcanza“. Puedes creerme, eso es así. Ni hablar de los narcoticos. Rotundo ”NO“.
- Nunca, excepto en las situaciones de vida o muerte, pidas prestado. Ni para empezar un negocio, ni para comprar un automovil, ni para comprar un teléfono, ni para un regalo para tu novia. Si no tienes dinero busca cómo puedes lograr lo que quieres de otra forma, u olvídalo. Los créditos son el primer paso hacia la miseria. Si ya has pedido prestado, paga lo más pronto posible y no lo vuelvas a hacer.
- Recuerda, nadie te debe nada: ni el gobierno, ni tus padres, ni la sociedad. No vas a tener nada si no trabajas para lograrlo.
- Aprende a controlarte. Frases como “la vida es una sola” (y similares) son una mentira y no te dejarán más que vergüenzas y fuertes consecuencias. No te vas a morir si no compras un iPhone o si no te vas a Paris a celebrar la navidad (a crédito, claro). Básicamente, se inteligente.
- Respétate. Eso significa no igualarse a los fulanos que andan por la vida presumiendo su ropa, automóvil, etc, No mientas y no presumas. Tu autoestíma no debe depender de tus pertenencias. Si logras hacer eso las personas te respetarán por ser quien eres, no por tener lo que tienes. (mucho peor si es a crédito).
- La dignidad y el honor no son cosas pasadas de moda. Se siempre una persona correcta, no trates de engañarte para hacer lo que sabes que está mal, así podrás estar tranquilo en cualquier situación.
- Respeta a la gente, incluso a la que te parece que no se lo merece. El respetar a los demás habla de quién eres tú, no de cómo son ellos.
- No entres en pánico. La cortesía, la calma y la asertividad hacen la diferencia, además son cualidades muy útiles a la hora de hacer negocios.
- Evita los gastos innecesarios. Eso no significa ser tacaño, sino que significa preguntarse “¿realmente necesito eso que quiero comprar?“.
- Sé responsable con tu trabajo. El camino al florecimiento empieza con el trabajo duro, que muchas veces no es muy bien pago. Eso quiere decir que sin importar el salario, debes hacer las cosas bien y no ”por salir del paso”. He visto personas que han surgido prácticamente de cero y para mi asombro su única virtud evidente era ser muy responsables. Las personas realmente responsables son pocas y son muy apreciadas.
- Intenta siempre invertir el dinero, no en pirámides ni en proyectos que no han sido probados, busca usar tu capacidad económica para adquirir bienes raíces (por más pequeños que sean), acciones, y en últimas en un CDT. No busques hacerte rico de la noche a la mañana porque eso puede llevarte a la miseria, a la cárcel o a ambas al mismo tiempo.
- Aprende siempre algo nuevo. El internet es una herramienta fantástica para aprender. Aprende a “hablar con el dinero en su propio idioma”, busca cursos de contabilidad (¡son realmente muy útiles). Aprende a entender tu negocio hasta el mínimo detalle, incluso si vendes salchicas con pan; mientras más sepas más posiblidades tendrás.
- No seas perezoso, saca la pereza de tu vida aunque debas hacerlo a puño limpio. Olvídate de dedicarle más de una hora al día a los juegos de video o a las redes sociales, mejor lee algo, o ve a pescar, a dar un paseo, a una piscina, o a una exposición de lo que sea que te guste. No seas perezoso y dedícate tiempo de calidad, así dentro de 20 años no tendrás temor de pasar tiempo sólo si es necesario.
- Nunca empieces un negocio desde cero, es decir, sin conocer nada del tema además de algunas suposiciones. Lo ideal es empezar un negocio en el campo en el que hayas trabajando algunos años y en el que sabes cómo moverte, pero recuerda el punto 2: Si no tienes suficiende dinero, gánalo, no lo pidas prestado, aún tienes tiempo.
- El tiempo no tiene precio. La vida pasa mientras estás preparandote para vivirla. Lo principal en la vida no son los bienes materiales, cuando tengas 40 «tener» ya no será algo tan interesante. Encuéntrale siempre tiempo a tu pasatiempo, a tus seres queridos, y familia, incluso si debes sacrificar en cierta medida otros aspectos. El dinero se recupera, el tiempo no.
Eso es. Entiendo perfectamente que seguir al pié de la letra estas 15 reglas es casi imposible en especial cuando has apenas ingresado a la facultad, pero si tienes algo de ambiciones en la vida, inténtalo. Te prometo que no te arrepentirás.
Autor: dizzy1978