De acuerdo con el informe denominado ‘Monitoreo de Cultivos de Coca 2014’, que fue presentado recientemente por Antonino De Leo, representante de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), Bolivia logró la disminución de plantaciones de coca en un 11 por ciento durante el año pasado, y en más de un 30 por ciento desde 2010. El área de cultivos de coca —materia prima de la fabricación de cocaína— en el país andino disminuyó en 10.600 hectáreas, lo que equivale a la superficie de más de 14.840 canchas de fútbol.
El mandatario de Bolivia Evo Morales, según la publicación en el sitio web del Instituto de estudios estratégicos Manquehue, afirma que el narcotráfico corresponde a menos del 1 por ciento del PIB del país, por lo que ya no tiene un papel importante en la economía boliviana.
De acuerdo con declaraciones del presidente, «el avance contra el narcotráfico fue posible luego de la expulsión, en 2008, de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) —acusada de conspiración y espionaje— junto a un importante esfuerzo nacional». La DEA fue expulsada aquel año, acusada por las autoridades bolivianas de brindar apoyo a la derecha local.
Sin embargo, Bolivia sigue siendo es el tercer productor de coca en el mundo, con un 15 por ciento, después de Colombia (52%) y Perú (33%), según los últimos datos de la ONU.