El gran artista del surrealismo, Salvador Dalí, soñaba con ser cocinero cuando era niño. En múltiples ocasiones, el oriundo de Figueras expresó que su vocación secreta era ser cocinero, y que en sus años de infancia, siempre se asomaba por la puerta entreabierta de la cocina para disfrutar del cóctel de sensaciones: ver cómo calentaba el aceite, oler los aromas que los alimentos desprendían lentamente, mientras fantaseaba con el manjar una vez que estuviera en su boca. No es casualidad pues, que su obra esté llena de referencias a la comida, pues ésta era para él “una fuente de inspiración creativa y de placer”.
Incluso, el amor de Dalí por la cocina y la gran experiencia culinaria resultó en la publicación del libro Les Diners de Gala, en el que el artista discute sobre las 12 categorías de alimentos concebidas por él: desde platos exóticos, carnes y cerdo, hasta entremeses, afrodisíacos y postres. Y como el propio Dalí afirma, el libro “no es para quienes cuentan las calorías, y transforman el placer de comer en sufrimiento”. Como buen amante de la combinación de sabores y aromas, Dalí comparte algunos recetas de sus platos favoritos, pero ¿cómo mejorar en el arte culinario?
Porque el arte de la cocina requiere años de práctica, con sus debidos experimentos, platillos insípidos y recetas que no se parecen al original, siempre resulta una gran ayuda conocer algunos trucos que te simplificarán la vida. Por eso, hemos explorado los rincones de Internet en busca de los mejores consejos para aplicar en la cocina diaria, en la de batalla. Chefs, cocineros amateurs y personas que han aprendido con los años han llenado la red de trucos y tips para quienes se inician en este arte: ¿cómo conservar mejor los alimentos? ¿qué tipo de vino corresponde a cada queso? ¿cómo saber si un huevo está podrido? Abogando por el conocimiento colectivo, y el gran experimento de anarquía que representa Internet, van algunos trucos que te salvarán el día. Recuerda que si tienes algún otro, puedes compartirlo en los comentarios.
Si quieres conservar tus ensaladas, llena la bolsa de aire antes de meterla al refrigerador, así que conservarán mucho más tiempo.
La mejor forma de saber si un huevo está echado a perder es colocándolo en un vaso con agua. Si el huevo flota un poco, debes comerlo cuanto antes, pero si flota hasta la superficie, es hora de tirarlo.
Utiliza hilo dental para cortar pasteles, quesos y otros sólidos suaves.
Vacía la mezcla de hot cakes en un envase vacío de salsa de tomate o mayonesa para guardarlo en el refrigerador y tener la mezcla lista para la mañana siguiente.
Si quieres mantener tu vino frío, congela uvas verdes para los vinos blancos y uvas rojas para el vino tinto, y colócalos en tu bebida. Al final, puedes disfrutar de las uvas con un rico sabor a vino.
Puedes pelar el jenjibre con una cuchara.
Coloca un cucharón de madera sobre un olla con agua hirviendo para evitar que no se derrame el agua.
Antes de cortar un limón o una lima, ruédalos sobre una superficie dura para lograr que salga la mayor cantidad de jugo.
Si necesitas mantequilla para alguna de tus recetas. pero está muy fría para poderla cortar, intenta rallarla.
Sorprende a tus invitados con una correcta combinación entre quesos y vinos.
Utiliza algunos filtros de café para evitar que los insectos terminen nadando dentro tus bebidas.
Coloca tus especias dentro de paquetes de pastillas Tic Tac para ahorrar espacio.
Utiliza esponjas de trastes congeladas para crear paquetes de hielo baratos, ideales para la lonchera.
¿Quieres conservar tu helado suave como la primera vez? Guarda el bote de helado en una bolsa ziploc y jamás volverás a pelearte con la cuchara.
Conoce para qué sirve cada tipo de cuchillo y úsalos correctamente.
Fríe tu tocino en una waflera.
Puedes limpiar tu horno de microondas con una solución de vinagre y agua. Basta con que calientes la solución algunos minutos para que el vapor haga su trabajo.
Cuando vayas a freír carne de hamburguesa, realízale un pequeño hoyo al centro para que se cocine parejo.
Al comprar carne, córtala por secciones, así podrás sacar un pedazo para descongelarlo y no descongelar todo el paquete.
¿Rompiste un huevo y algún pedazo cayó en el traste? Mójate los dedos para que puedas sacarlo más rápido pues el agua funciona como un imán.
Otra forma de mantener tus alimentos frescos es recortando la tapa de alguna botella, para utilizarla en las bolsas.
Tu pelador también puede servirte para rebanar quesos y chocolates.
Conoce cuán blanda o dura quedará un corte de carne dependiendo del tipo de cocción.
Utiliza un gancho para mantener tus libros y recetarios a la vista y lejos de cualquier accidente.
Guardar una cebolla junto con un aguacate, evitará que éste se oxide.
Puedes pelar un mango con cualquier envase de vidrio.
Si cubres las coronas de los plátanos con plástico disminuirás su velocidad de putrefracción.
Una excelente forma de recalentar la pizza es en el sartén, así se mantendrá crujiente.