Cuando la atención se concentraba en el paro de camioneros el pasado 27 de agosto, más de 80 mil estudiantes, profesores y ciudadanos volvieron a marchar por las calles de Santiago exigiendo el cumplimiento de las promesas de la Nueva Mayoría en materia educacional.
En medio de consignas a favor de la gratuidad de la educación y el fortalecimiento del sector público, el coordinador nacional de la Cones, Tomás Vergara, instó al gobierno a dejar de cerrar las puertas a los movimientos sociales, mientras que la presidenta de la Feusach, Marta Matamala, hizo hincapié en la falta de democracia que existe al interior de las universidades.
Matamala calificó de «testaruda» la postura que ha tomado el rector de la Usach, Juan Manuel Zolezzi, al negarse a discutir sobre democratización, algo que podría obstaculizar la gestión apropiada de los recursos del Estado que se inyectan en el establecimiento.
Por su parte, Nicolás Fernández, presidente de la Fedep, valoró la instancia de mesas prelegislativas que podrían facilitar la discusión constructiva de federaciones estudiantiles con el gobierno, aunque señaló que «el ultimatum es claro: si no es una reforma que transforme a Chile, esa reforma no la queremos».
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