5 diferencias sutiles entre tener sexo y tener una relación

¿Lo vuestro va consolidándose o es sólo sexo? Estas 5 diferencias te pueden ayudar a tenerlo claro: Los mensajes de madrugada no son comunicación Si un mensaje inesperado a las 2 de la madrugada te alegra puede tratarse de una magnífica señal

5 diferencias sutiles entre tener sexo y tener una relación

Autor: CVN
CVN

¿Lo vuestro va consolidándose o es sólo sexo? Estas 5 diferencias te pueden ayudar a tenerlo claro:

Los mensajes de madrugada no son comunicación

Si un mensaje inesperado a las 2 de la madrugada te alegra puede tratarse de una magnífica señal. Pero si sólo te escribe en circunstancias así, cuando el alcohol le anima o la noche se le plantea sin sexo, entonces no es comunicación, es desespero por su parte. Y no es una relación.

El sexo estable no es una relación estable

Si tenéis un sexo placentero y donde los dos gozáis, fantástico, porque eso no es fácil de encontrar. Pero confundirlo con una relación estable te podría hacer mucho daño en el futuro. Una relación estable requiere mucho más, ¡la entrega no es sólo en la cama!

Las afinidades no son una relación

Tenéis un sentido del humor similar, os entendéis en la cama y, tal vez, os disgustan las mismas cosas. Pero no olvides que el gusto principal en el que debéis coincidir es el mutuo. Hay personas muy distintas que se gustan. Otras personas, quedan prendadas de una persona con quienes coinciden en estilo de vida… para ver como se enamora de alguien muy distinto. No es una estafa, sólo que la coincidencia de hábitos no lo es todo.

Peli y relax no son una relación

Pocas cosas hay más románticas y cómodas que ver una película con tu alguien especial y luego deshacer la cama o desparramar los cojines del sofá. Romántico y cómodo, pero puede que la otra persona sólo vea lo cómodo sin más. Si percibe que hay algo romántico en lo vuestro, no dudará en cambiar de planes a veces, ir a cenar, hacer cosas durante el día, etc.

Las promesas entre sábanas no son verdades

No hay que malinterpretar una promesa hecha entre sábanas. ¿Me quieres? Sí. ¿Qué harías por mí? Todo. Esta conversación puede ser la más sincera del mundo o una mera rutina de playboy de medio pelo. Simplemente hay que tener claro que por que se pronuncie, aunque el ambiente sea muy íntimo, no significa que sea verdad.

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