1. Usamos el mismo ‘bra’ (sostén) por tiempo indefinido
Simplemente porque nadie nos lo ve. Total, cuando empiece a oler medio mal nos daremos cuenta que es momento de hacer un cambio.
2. Andamos desnudas por la casa
3. Lloramos frente al espejo
¿Vernos llorar? ¡Por supuesto! Siempre hay que estar preparadas. No queremos vernos feas al momento de llorar, y por lo menos practicamos 20 minutos nuestro llanto para encontrar nuestro mejor rostro.
4. Sostenemos nuestros pechos al correr
Cualquier bra o top no es suficiente, necesitamos sentirnos seguras de que nada se saldrá de control, incluso cuando bajamos corriendo las escaleras.
5. Atracones locos
Las dietas se hicieron para romperse. En nuestros momentos de ansiedad comemos sin medida; al fin que mañana empezaremos con el gym.
6. Piernas de hobbit
Si no hay acción, ¿para qué depilarnos?
7. Celos entre nosotras
Siempre “admiraremos” la belleza de otras mujeres, sin embargo, si es más bonita que nosotras, sentiremos celos inmediatos. No debe haber mujer más bonita que yo a mi alrededor.
8. La diva
Nos enojamos con nuestro chico. Luego, muy divas, esperamos 20 segundos para que nos busque.
9. Las cejas
Perdemos mucho tiempo tratando de arreglarlas cuando en realidad ni falta nos hace.
10. Baile alocado
Cuando practicamos nuestro momento sexy y divertido frente al espejo.
11. Cuando “nadie te ve”
Piensas que nadie te ve y de inmediato te metes la mano a la blusa, jalas la banda del bra y la ajustas; y si alcanza el tiempo hasta te acomodas muy bien tus pechos para que todo quede en sus lugar.
12. Lloramos sin razón
A veces nos da por llorar sin causa alguna y eso nos hace sentir sumamente estúpidas.
13. Gases silenciosos
Estamos en público y nos llega el momento incómodo. Como nos tenemos que aguantar, sabemos que un pequeño gas silencioso aliviará nuestras ganas… lo soltamos y caminamos hacia otro lado, siempre y cuando nadie nos mira.
14. Me apuñalo el ojo con el delineador
15. Jeans de beisbolista
Aunque no nos queden los jeans talla 38 hacemos todo lo posible por entrar en ellos, incluso sentadillas para aflojarlos un poquito.
16. Este vestido me tiene que entrar
Te la has pasado de glotona todo el mes y sabes perfectamente que tienes la boda de tu mejor amiga el próximo fin de semana. El vestido no te queda, por lo tanto no hay de otra: dejar de comer una semana para entrar en ese lindo modelo, aunque sepas que ni así lo lograrás.
17. ¿Tendré una cita?
Por lo menos necesitaremos de 2 a 3 horas para arreglarnos y estar justo a tiempo. Aunque, seamos sinceras, 10 minutos antes andaremos corriendo porque no sabremos qué ponernos.
18. La maldición del esmalte
Ya es tarde, pero olvidaste pintarte tus uñas para que combinen con el vestido que te pondrás mañana. Ni hablar, a esperar a que sequen: siempre hay que lucir hermosas.
19. Pijama de satín
La mayoría tenemos ese gusto culposo después de la depilación. No hay sensación más placentera que ponerte tu pijama de seda o satín y disfrutar de la suavidad de nuestras piernas.
20. Lo mejor del mundo
Nada mas delicioso después de un largo día de trabajo que llegar a casa y aventar el sostén. ¡Uff! ¡Vaya descanso!