“Aunque la luz era muy tenue, noté cómo me miraba mientras se quitaba la toalla. Parecía disfrutar ese momento en que la textura de la toalla rozaba sus hombros, senos y caderas hasta reposar en sus pies. Era un cuerpo hermoso e imperfecto, pero ella lo dotaba de una seguridad que se transmitía por cada poro. Ella sabía que detrás del pequeño espacio abierto en la puerta corrediza yo la miraba atentamente. Supo que la desee desde que entró a ese cuarto, mucho antes de poder descubrir la belleza en su cuerpo. Como si quisiera aumentar mi excitación, guió sus dedos desde su cuello, por sus pechos y caderas, hasta llegar a su sexo; parecía más una provocación que un gesto casual. Se inclinó para recoger la toalla, lenta y sensualmente, queriendo mostrarme un poco más de lo que se escondía a simple vista
Su voz me llamó cuando estuvo lista, y fingiendo no saber que yo había visto todo, comenzamos la sesión, aunque en el primer cruce de miradas que tuvimos, ambos entendimos que este encuentro sería completamente distinto a todos los anteriores”.
La intimidad que conlleva la desnudez, el tacto, la experiencia de desencadenar la excitación de tu pareja, y el conocimiento del cuerpo y del alma frente a ti, es una de las experiencias más agradables y placenteras. En ocasiones, sea por la frecuencia y la rutina, los encuentros sexuales pueden caer en la monotonía, y por ende, en un letargo de la vida sexual. En este tipo de situaciones, los juegos sexuales y los masajes sirven como detonante de la excitación mutua, y por ende, como una oportunidad para revivir la vida sexual.
El sexo debe entenderse como un largo proceso de autoconocimiento, de intimidad y de conocimiento del otro, el cuál será mejor conforme ambos experimenten juntos y se comuniquen. Como se dijo, los masajes forman parte de los juegos previos que permiten romper con la rutina sexual y convertir al sexo en una actividad más placentera, gracias al gran grado de excitación que se genera a través de una correcta estimulación de las zonas erógenas. Por eso, te compartimos un breve manual sobre masajes eróticos que te permitirá disfrutar mucho más de tu pareja, así como encontrar una nueva forma de fortalecer la intimidad y potencializar tus encuentros sexuales.
Consejos generales:
– Si el masaje con tu pareja es planeado, evita comer alimentos pesados, aquellos que consuman mucha energía para su digestión o que puedan producir flatulencias. En cambio, puedes empezar el masaje con una degustación de alimentos afrodisiacos, para después dar paso a los masajes.
– Según los expertos en esta técnica, la temperatura ideal para un masaje es de 25ºC, un ambiente cálido pero sin caer en lo sofocante. Adecua el cuarto donde realizarás el masaje; piensa en inciensos para la habitación, atenúa las luces y elige una buena playlist para acompañar el masaje. Recuerda que debe ser un ambiente de relajación, no de estrés o distracción.
– Piensa en invertir en aceites para masajes, los cuales te ayudarán a que tus manos se deslicen fácilmente por la piel y que a la vez llene la habitación de un agradable aroma. Algunos olores recomendados son: almendra, macadamia, sésamo y albaricoque.
– Quítate joyas o accesorios en dedos y muñecas que puedan lastimar el cuerpo de tu pareja durante el masaje. No lo olvides, córtate las uñas.
– Ten en mente que el objetivo del masaje erótico no sólo se lograra en función del movimiento de tus manos, sino en el uso y diversidad de texturas. Antes de recurrir al aceite y el uso de técnicas que te presentaremos a continuación, masajea el cuerpo con distintas texturas: plumas, mascadas o incluso alimentos.
– La comunicación durante el masaje resulta muy importante, pues además de guiar la técnica hacia aquello que es más placentero para tu pareja, fortalecerá los lazos de intimidad. A reserva de que él o ella te diga qué le gusta y qué no, tienes que saber escuchar y entender sus reacciones corporales. Fíjate en su respiración, pulso cardíaco, gestos y sonidos, así sabrás trazar el camino correcto.
Cosas que debes evitar:
– No apliques el aceite directamente en el cuerpo de tu pareja, pues por su temperatura corporal, el líquido puede parecerle muy frío y por ende, cortar el momento. Es preferible que lo vacíes primero en tus manos, lo calientes y posteriormente lo apliques.
– No es recomendable usar lociones corporales, pues se absorben muy pronto y no permiten el flujo continuo en el masaje. Recuerda nuestra recomendación sobre los aceites.
– No te apresures. Aunque puede resultar en algo muy tentador tener el cuerpo de tu pareja frente a ti, piensa que el masaje se entiende como un camino para llegar a un nivel máximo de excitación, por lo que debes seguir ciertos pasos para lograrlo, de otro modo sólo será un toqueteo.
– No esperes un masaje de vuelta. El realizarle un masaje erótico a tu pareja resulta en un pequeño regalo hacia esa persona especial, y como en los temas del amor y del sexo, no debes hacerlo si esperas uno de vuelta.
– Evita las interrupciones en el masaje, pues pueden cortar el camino que trazabas para excitar a tu pareja. Por ello, busca un lugar cómodo, seguro y privado, aísla cualquier distracción que puedas tener como celulares o aparatos electrónicos, y monta el ambiente antes de comenzar.
Técnicas para el masaje erótico
Amasamiento: Esta técnica consiste en levantar, apretar y enrollar la piel con las palmas de tu mano. Como su nombre lo indica, puedes recordar el amasamiento de los panaderos, sólo que realízalo con cuidado. Entre más lento y profundo sea el masaje, será mucho más relajante. Es ideal para zonas musculosas como caderas, muslos y nalgas.
Ondulatorio: Con tu mano cerrada en puño, haz presión en movimientos circulares sobre la piel. La fuerza del puño en conjunto con los movimientos ayuda a relajar zonas con poco músculo como hombros, cadera, pies y manos.
Compresión: A través de esta técnica que consiste en realizar fuerza en el cuerpo con las manos abiertas, permite aumentar el flujo de la sangre y aflojar el músculo, por lo que se recomienda para nalgas, muslos y brazos.
Ventosa: Golpes suaves, alternando las manos, con los pulgares hacia adentro y los dedos juntos. Los movimientos rápidos, ligeros y con poca fuerza servirán para estimular la piel de cualquier parte del cuerpo.
Pequeños golpes: A diferencia del anterior, estos tienen un gran efecto en áreas musculosas, como nalgas, muslos y brazos. Sólo cierra tu mano y reparte ligeros golpecillos en el cuerpo de tu pareja.
Fricción: A diferencia del resto de masajes, este requiere poco o nulo aceite corporal, puesto que está basado en la fricción de tus manos con el cuerpo de tu pareja. Aunque se recomienda que lo practiquen aquellas personas experimentadas, nunca es tarde para profesionalizarse.
Shiatsu: esta es la principal técnica de masaje en Japón, y una de las más populares en el mundo. Coloca tus manos, específicamente tus dedos en un lugar específico del cuerpo, aplica presión y realiza pequeños y lentos círculos. Esta técnica es ideal para desaparecer los famosos nudos de tensión, sólo recuerda que no debes aplicar mucha fuerza, para evitar el dolor de tu pareja en una zona tensa de su cuerpo.
Cinco masajes recomendados
Masajes en la cabeza
Acuesta a tu pareja de espaldas, con la cabeza apoyada en un cojín, colócate de rodillas detrás de su cabeza. Comienza por su frente, realizando un poco de presión con las yemas de tus dedos, recorridos que irán hacia la nariz, el cuero cabelludo, las cejas y le sien. Específicamente en éstas, puedes colocar tus palmas de las manos ejerciendo un poco de presión. Varía la intensidad de la presión según el gusto de tu compañero.
Recuerda que las orejas son una de las zonas erógenas por excelencia, aunque implican una gran intimidad con tu pareja, en aras de saber qué le gusta y qué tipo de cosas le producen cosquillas, y por ende, hay que evitar. Aunque es uno de los masajes con menor carga erótica, es un gran inicio.
Masajes en los pies
En ocasiones por malos hábitos de higiene o porque se tratan de zonas sumamente sensibles, olvidamos el poder erótico de los pies. Ten en cuenta que un masaje bien hecho relaja y excita al mismo tiempo, por lo que usar un aceite para masajes, o una crema, es una gran opción. Recuerda la importancia de un buen aroma durante el masaje.
Masajes en la espalda
Con tu pareja acostada boca abajo, y tú de rodillas detrás de su cabeza, comienza el flujo el masaje desde sus hombros hacia sus nalgas, liberando así la energía. El camino de regreso lo realizarás por el contorno de sus nalgas y el costado de su espalda.
Masajes en las nalgas
Suele ocurrir, por desinformación y por no saber qué hacer, que los masajes en las nalgas terminan en un constante frote de éstas sin saber exactamente cómo estimularlas. Pídele a tu pareja que se tumbe boca abajo y siéntate en sus muslos, con cuidado de no lastimarlos. Ahora, coloca las palmas de tu mano sobre sus nalgas y masajealas con movimientos suaves en círculo, mismo que irán ampliándose según la intensidad. Después, enfócate en una de las nalgas para enrollar la piel y estimularla en dirección a la espalda. Este tipo de masajes son ideales para dilatar el ano, por lo que será un gran principio para practicar sexo anal.
Masajes en el pecho
En esta postura, deberás situarte a la derecha de tu pareja al nivel de su cadera. Coloca tus manos sobre sus pectorales o sus senos, cubriéndolos con la palma de tu mano pero sin ejercer mucha presión. Posteriormente, haz movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj para el lado derecho de su cuerpo, y al contrario para el lado izquierdo. Después de algunos movimientos, desliza la yema de tus dedos desde el pezón hasta el exterior del seno, e intenta también hacerlo de afuera hacia adentro. Dado que la posición de masajista que has adoptado te lo permite, no dudes realizarle algunas caricias con ayuda de tus labios y tu lengua. La estimulación del pecho, como zona erógena secundaria, activa la excitación de las zonas primarias, que consisten en los órganos sexuales. Los masajes, como parte de los juegos previos, permiten que la excitación aumente conforme a la intensidad de tus caricias, logrando que al momento de llegar al sexo, éste se disfrute mucho más.
Recuerda que lo mejor para este tipo de juegos previos es hablarlo con tu pareja, conocer qué le gusta y qué le desagrada. No tengas miedo de hablar de este tipo de cosas con él o ella, pues a la larga permitirá que sus lazos de intimidad se fortalezcan y ello los beneficie en otros ámbitos de su relación.