Medio millón de personas se ven afectadas por el problema de la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires. A su vez, una de cada cuatro propiedades se encuentra deshabitada, habilitando la especulación inmobiliaria. El Estado porteño, lejos de meterse de lleno a resolver esta problemática, parece estar del lado del negocio. La única solución que brindó es insfuciente y, encima, no funciona correctamente: 15 mil familias solicitaron los créditos y sólo diez lo obtuvieron.
Mauricio Macri, actual jefe de gobierno porteño y candidato presidencial por el frente Cambiemos, presentó el plan “Alquilar se puede” a cargo del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), el cual consistía en otorgar créditos desde el Banco Ciudad y la presencia del Estado porteño como garante para aquellos que no contaran con la tan solicitadaza garantía propietaria por parte de los dueños de las viviendas a alquilar. ¿Cómo funcionó eso?
Muy mal. 15 mil familias solicitaron entrar al “Alquilar se puede”, pero solo diez pudieron acceder. Las inmobiliarias, a su vez, no quieren aceptar como válida la garantía que ofrecía la Ciudad como solución. «Es una cuestión cultural que hay que modificar” se defendió Emilio Basavilbaso, presidente del IVC. Al haber tanta demanda, los propietarios le dan prioridad a quienes cuentan con una garantía propietaria de familiar directo (en el mejor de los casos) y un recibo de sueldo en blanco.
Muchas veces, los propios dueños no saben de qué se trata “Alquilar se puede”, a pesar de que en su momento la ciudad estuvo empapelada con los carteles de propaganda. Según el IVC, hasta el día de hoy 14.829 personas se postularon para participantes del programa. Únicamente 943 fueron seleccionados, mediante un sistema de puntajes que evalúa las necesidades particulares, y entrevistados por el banco para cerrar el acuerdo. De ese monto, son 257 los beneficiarios de la garantía que se encuentran buscando una propiedad. Y, por ahora, la cifra de familias que lograron mudarse con este plan es irrisoria: 10.
Así, el Estado porteño lejos de meterse de lleno para garantizar el acceso a la vivienda, lo único que logró fue crear un parche que ni siquiera funciona como tal. Cada vez son más las personas que se encuentran con el problema de acceder a alquileres y las inmobiliarias aprovechan esa situación para especular con las necesidades de un campo tan amplio de potenciales clientes.
Además, “Alquilar se puede” legitima los altos costos y abusos que violan la ley de inquilinos, brindando créditos para pagar las altas cifras que no deberían cobrarse. ¿Habrá alguna respuesta efectiva en los próximos meses para este problema que crece de manera alarmante? Por lo visto, no hay que esperanzarse mucho por ahora.