Confesiones: 7 momentos de debilidad que todas las mujeres fuertes pueden tener

1 Cuando sucumbimos a los problemas en el trabajo Muchas veces sentimos que quienes son nuestros jefes no valoran nuestro trabajo, y nos volvemos mucho más débiles con pensamientos tales como “mi jefe me hace sentir muy mal” o “mis compañeros no valoran lo que hago”

Confesiones: 7 momentos de debilidad que todas las mujeres fuertes pueden tener

Autor: Andrea Peña

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1 Cuando sucumbimos a los problemas en el trabajo

Muchas veces sentimos que quienes son nuestros jefes no valoran nuestro trabajo, y nos volvemos mucho más débiles con pensamientos tales como “mi jefe me hace sentir muy mal” o “mis compañeros no valoran lo que hago”.

No te autoconvenzas de eso pues todas en alguna ocasión pasamos por eso. Afortunadamente son solo momentos que pronto quedan en el olvido.

2 Con los cambios repentinos

A nadie le gustan los cambios repentinos, y mucho menos que ocurran cuando establecemos una rutina diaria. Puede ser que los cambios sean buenos como un ascenso o una mudanza o malos como el fallecimiento de un familiar, una separación o una enfermedad.

Es en esos momentos cuando por más fortaleza interior que tengamos, sufrimos de debilidad y vulnerabilidad hasta volver nuevamente a la normalidad.

3 Cuando malgastamos energías en algo que no podemos controlar

Muchas veces pensamos que tenemos la fortaleza necesaria para controlar todo, pero esto no es así. Cuando nos damos cuenta de ello es probable que nos sintamos vulnerables y más débiles de lo que en realidad somos.

Tenemos que aceptar que la vida siempre nos sorprende.

4 Al recordar cosas malas del pasado

Si bien siempre se dice que no hay que vivir en el pasado, esto a veces no es tan fácil y terminamos volviendo una y otra vez sobre algún acontecimiento que ocurrió tiempo atrás.

Eso no solo nos debilita sino que además no nos permite avanzar y enfocarnos en lo más importante que es el aquí y el ahora.

5 Al querer complacer a todos

El querer complacer a todas las personas es una forma de vernos débiles y vulnerables. No se le puede decir que si a todo el mundo, pues muchas veces los favores que nos piden se contradicen con nuestra manera de ser.

Para evitar esto deberemos aprender a decir que no.

6 Al rendirnos ante la primera falla

Uno de los secretos que la mayoría de las mujeres fuertes tenemos, es que no nos rendimos ante la primera falla sino que buscamos la solución al problema por todas las vías posibles.

No te preocupes que es muy normal sentirnos débiles ante un fracaso.

7 Las enfermedades de nuestros hijos

Es muy feo tener un hijo enfermo, pues por más que estemos con él no podemos hacer más que esperar que mejore y se sane con la ayuda de la medicina.

Es en esos momentos en los que estamos más vulnerables que nunca.

Sí, somos fuertes pero gran parte de esa fortaleza proviene de los desafíos de la vida que tuvimos que afrontar y ¡superar! Nunca lo olvides.

 

Fuente: IM


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