El chino Shi Liliang recorrió 125 metros por sobre de un lago. Corrió y no anduvo, porque así se les enseña a quienes practican kung-fu en Shaolín, o también quizá porque las aguas de China difieren de las del mar de Galilea.
El pequeño secreto de su éxito han sido 200 placas de contrachapado de menos de un centímetro de grosor extendidas sobre la superficie del agua. Sin embargo estas planchas no son capaces de soportar el peso de una persona, por lo que el mérito de la hazaña es de los monjes capaces de dominar una técnica que les permite no apoyar todo su peso sobre ellas.
El monje tardó cuatro horas en batir el récord. En los tres primeros intentos perdió el equilibrio y terminó en el agua. Según afirma el sitio web China News, solo los gritos de aliento del público lo animaron lo suficientemente para finalmente recorrer los 125 metros en un cuarto intento.
Hace ocho años Liliang no era capaz de recorrer más de 18 metros sobre el agua y en su propio record anterior ‘solo’ logró correr 118 metros sobre placas de contrachapado flotantes.