5 películas que no deberías ver con tus padres

Porque el sexo, las drogas y el rock and roll son mucho más disfrutables sin mamá y papá a nuestro alrededor.

Killer Joe: la infame «escena del pollo frito» de esta película calificada para mayores de 18 años y protagonizada por Matthew McConaughey, es tan perturbadora que ni siquiera podemos mostrarla aquí (pero está en Youtube, así que haz lo que tengas que hacer). Si accidentalmente te sientas a ver este film con tus padres, nunca te recobrarás. Y no importa con quién la mires, nunca más tendrás ganas de comer pollo frito. Nunca. Pero, hay que decirlo, es sorpresivamente entretenido ver al tipo de «The wedding planner» advirtiendo a Gina Gershon: «Si me insultas otra vez, te cortaré la cara y la usaré encima de la mía».

Kids: esta épica película de 1995 (que consignó los primeros roles protagónicos de Rosario Dawson y Chloe Sevigny) expuso en qué andaban y qué hacían los adolescentes norteamericanos de las grandes urbes cuando sus padres no estaban mirando. La respuesta fue, básicamente, sexo y drogas, y más sexo y drogas. Y un poco de skateboarding. El emblema del dúo Larry Clark- Harmony Corine, seriamente no es un film apto para ver al lado de tus progenitores.

Natural born killers: Asesinato por placer es el nombre de esta película del ´94, protagonizada por Woody Harrelson y Juliette Lewis como una pareja de psicópatas en una dramática juerga de terror que comienza con una joven Juliette y sus abusivos padres. Mirarla con tus propios padres hará sentirlos a todos incómodos. Por otro lado, puede ser la manera perfecta para dar algunas malas noticias, por ejemplo: «Papá, choqué tu auto. Pero el lado positivo es que últimamente no planeo asesinarte».

The Canyons: 

¡Hollywood! ¡Estrellas porno! ¡Asesinatos! ¡Triángulos amorosos! ¡Chicos ricos! ¡Drogas! ¡Lindsay Lohan! En resumen, esta película tiene todo lo que se necesita para una súper fiesta. Y nada arruina mejor una súper fiesta que tu mamá. Como ella parece amar las películas de James Dean, algo nos dice que no debe amar las películas de James Deen.

Requiem for a dream: 

«Púrpura en la mañana, azul en el mediodía, naranja en el atardecer». No, esa no es una descripción del color del cielo en una película de Pixar; eso es Ellen Burstyn recordándose a ella misma qué píldora de metanfetamina tiene que tomar mientras alucina con que su refrigerador está vivo. Y su auto-inducida psicosis no es más grave que lo que sucede con Jared Leto y el resto de los junkies en esta clásica aunque depresiva película. Al final, los personajes principales terminan en posición fetal (que es exactamente como terminarás tú si cometes el error de mirarla con tus padres).