“Esta es la historia del proceso de organización tanto al interior de la comunidad como de los vecinos de Loncopué, que lograron expulsar a la minería de su territorio: el extractivismo tiene quien lo rechace. Una historia que cobra aún más importancia ante la amenaza de explotación minera en Las Coloradas”.
El 3 de junio de 2012, más del 80% del pueblo de Loncopué votó en contra de la práctica de la megaminería en su territorio. Un año antes, la Justicia de Neuquén había fallado a favor de los vecinos y la comunidad del lugar, al aplicar la legislación indígena, constituciones y tratados internacionales, dando marcha atrás a un contrato entre una minera china y la minera estatal para extraer oro del Lof Mellao Morales.
Esta es la historia del proceso de organización tanto al interior de la comunidad como de los vecinos de Loncopué, que lograron expulsar a la minería de su territorio: el extractivismo tiene quien lo rechace. Una historia que cobra aún más importancia ante la amenaza de explotación minera en Las Coloradas.
Loncopué es un pueblo del noroeste neuquino y para más precisiones, podemos decir que cuenta con casi 5 mil habitantes. Quizás un pueblo chico, con poca gente, en comparación con otras ciudades, pero con un coraje y una organización que hizo que esta gente entrara en la historia al decirle dos veces que no a la instalación de la megaminería.
Todo comenzó en el año 2007, cuando se celebra un “Contrato de Exploración con Opción a Compra” entre la empresa minera estatal china, Metallurgical Construction Corporation (MCC) y Cormine (Corporación Minera del Neuquen, también estatal), para la extracción de cobre a cielo abierto en la zona de Campana Mahuida, uno de los parajes de la ciudad, pero también el corazón del Lof Mellao Morales.
La organización al interior del Lof Mellao Morales
En 2008 Pedro Beroiza fue elegido Logko del Lof. Quien lo antecedió en el cargo no sabía de la situación, es decir, no tenía antecedentes ni de la minera, ni de los planes que esta tenia. Quien sí sabía de la operación era su Inan logko, quien había acordado el ingreso de la empresa a cambio de un puesto de trabajo para su marido.
“En 2008 el Lof hizo una consulta interna donde resultó ganador el no a la mina por amplia mayoría”. Fue un momento muy tenso para el Lof, porque había gente que recién empezaba a entender que representaba la Megaminería. Las ilusiones de progreso, las ilusiones de trabajo hacían que algunos se inclinaran a dejar entrar esta actividad en su territorio. Por lo tanto se decide realizar un plebiscito interno en el Lof, que termina con la gran mayoría de sus integrantes diciendo que no a la megaminería. Al mismo tiempo, se realizan las elecciones y asume como Logko Pedro Beroiza, poblador nacido y criado en la comunidad. La comisión directiva asume respetando el resultado del plebiscito, y continúan al frente de una lucha que sabían que no iba a terminar ahí, pero tenían un mandato que cumplir.
La figura del Logko Beroiza sin duda fue un motor de donde todas las organizaciones que formaron parte de esa lucha se sostuvieron. Líder y referente, fue muchas veces tentado para corromperse, y traicionar a su pueblo, aunque siempre mantuvo firme su oposición al proyecto. Por consiguiente, fue reelecto Logko, hasta la fecha.