Niños prodigios de la actualidad

Acaso el pardigma de los niños prodigios sea Wolfgang Amadeus Mozart, cuya historia es bien conocida: el compositor vienés a la edad de cuatro años ya podía ejecutar melodías en el clavicordio y a los cinco también escribirlas

Niños prodigios de la actualidad

Autor: Estefanía González

Acaso el pardigma de los niños prodigios sea Wolfgang Amadeus Mozart, cuya historia es bien conocida: el compositor vienés a la edad de cuatro años ya podía ejecutar melodías en el clavicordio y a los cinco también escribirlas. Hijo de un violinista famoso, elogiado y admirado por maestros de la música clásica como Haydn y Beethoven, el chico que a los seis tocaba el violín y la clave con destreza, creció para convertirse en uno de los hitos de la música universal.

Para encontrar casos similares, no es necesario retrotraerse hasta el S.XVIII. A continuación, una lista con algunos de los niños prodigios más asombrosos de nuestra actualidad:

Arkit Jaswal: en una remota aldea de la India, una noche del año 2000, una niña se prendió fuego. Otro niño de tan solo siete años fue quien realizó la cirugía para separar los dedos quemados de la víctima. Alguien lo filmó, subió el video a Internet, y este pequeño genio se hizo mundialmente conocido (incluso en 2007 fue entrevistado por la norteamericana Oprah en su popular show de televisión). Arkit Jaswal dice que tiene dos objetivos: encontrar la cura para el cáncer y encontrar la cura para el SIDA.

Arkim

Taylor Wilson: en el inicio de la adolescencia, muchas personas pasan su tiempo con amigos, en salidas, recitales, o simplemente tirados en la cama mientras de fondo suena el disco preferido. Taylor Wilson, en cambio, prefería f encerrarse en el garage de sus padres y abricar reactores físicos nucleares. A los 14 años, en 2008, construyó el reactor nuclear que tres años después patentaría y le haría ganar 50.000 dólares en un concurso de física con más de 1500 competidores. Wilson cree que la fusión nuclear es una solución a las necesidades energéticas y que los chicos sí pueden cambiar el mundo. Basta su caso como ejemplo.

Taylor Wilson

Akim Kamara: a los dos años, Akim Kamara además de usar pañales tomaba clases de violín en la escuela de música de Marzahn-Hellersdorf, una localidad alemana. Incentivado por su profesor, a los tres años Akim hizo su debut en un concierto de Navidad. El prestigioso músico André Rieu fue anoticiado de este fenómeno y cuando conoció a Arkim quedó tan anonadado que invitó al niño y a la familia a su estudio en Holanda. Así comenzaba la exitosa carrera de Akim, quien hoy, a los 14 años, sigue siendo impresionante.

Akim Kamara


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