El albañil que asesinó a su esposa a cuchilladas y martillazos, dijo que el día del crimen discutieron porque ella no quiso hacer el almuerzo para sus niñas, y como en medio de la discusión ella lo amagó con un cuchillo, refirió que la desarmó y con el mismo utensilio la atacó.
Sin embargo, Ramón Leija Perales, de 41 años de edad, mexicano, dijo que aquella tarde del domingo pasado no pensaba que su mujer, Esmeralda Hernández Ramos, de 37 años de edad con quien tenía alrededor de 10 años de vivir en unión libre, había fallecido. De hecho, dijo: “estoy arrepentido… no la quería matar”.
“Estábamos discutiendo esa mañana, ella me dijo que le hiciera de almorzar a las niñas y yo le dije que lo hiciera ella; me amenazó y se fue a la cocina pero cuando regresó traía un cuchillo con el que me atacó, forcejeamos y pues yo me defendí”, refirió el asesino.
El albañil dijo que luego de herir a su esposa al apuñalarla en el cuello y en el tórax y de golpearla con el martillo en la cabeza, decidió dejarla tirada a una de las recámaras, pues en ese momento iban a entrar las niñas a la casa, y decidió llevárselas a la casa de un familiar, para que no vieran a su madre herida.
En realidad la obrera Esmeralda Hernández Ramos, quien trabajaba en la Pansonic, agonizaba, desangrándose en el piso de la casa donde vivía, ubicada en la calle José Onofre número 214 del fraccionamiento Fundadores.
El horrendo crimen ocurrió alrededor de las 14:00 horas del domingo pasado, un mes después de que presuntamente el criminal ya había intentado asesinar a su mujer.
De acuerdo con el testimonio de vecinos de los protagonistas del drama, y según confesó el mismo asesino, el matrimonio tenía problemas y riñas constantes.
Entrevistado tras las rejas, el asesino Leija Perales, dijo que en ningún momento intentó darse a la fuga, pues luego de que dejó a sus dos hijas de 9 y 12 años de edad en casa de un familiar, acudió a entregarse ante la Policía Ministerial.
Sin embargo, dijo que hasta ese momento desconocía que su mujer estuviera sin vida, pues cuando se entregó mencionó que la había dejado herida en su casa, pero ahí le dijeron que la mujer ya había fallecido.
“Yo mismo me entregué a la Policía Ministerial, pero al llegar ahí me dijeron que mi esposa había fallecido”, dijo.
Además de las dos hijas que el albañil procreó con su esposa hoy occisa, la mujer tenía otra niña de 14 años que había tenido con su anterior pareja.