Científico de Mozambique cuenta la importancia de Salvador Allende para África

Estaba en la quinta clase y tenía poco más de doce años cuando la guerrilla pasó por su pueblo buscando muchachos para secuestrar y convertir en soldados. Mozambique hacia pocos años se había independizado de Portugal (1975) y el movimiento RENAMO (Resistência Nacional Moçambicana), financiado por el gobierno blanco de Rhodesia y la Sudáfrica del apartheid, se oponía al proceso iniciado y dirigido por el Frente de Libertação de Moçambique.

Originario de la región de Inhambane, al sur del país, el biólogo Adolfo Vubil cuenta que “allá la guerra se sintió más. Yo estaba en la quinta clases cuando los hombres de RENAMO que estaban en la selva pasaron por mi casa buscando niños para convertir en guerrilleros. Necesitaban jóvenes para integrar a su tropa y los buscaban en el pueblo donde vivía. Cuando escuchamos ruidos salimos con mi mamá y vimos que habían tomado a otro joven del barrio. Cuando vi que tenían armas y eran de la RENAMO salí arrancando para la selva. Tenía mucho miedo”.

Vubil pasó toda la noche escondido en la selva. “Mi mama pensó que yo había sido raptado. Esperé que amaneciera y que estuviese todo tranquilo para volver a mi casa. Cuando llegué mi mamá no podía creerlo, porque pensaba que me habían raptado los de la guerrilla. Pasó que las tropas gubernamentales tuvieron un intercambio de disparos con los de RENAMO, momento que mi vecino que ya había sido ya secuestrado aprovechó para huir”.

El hecho marcó fuertemente a Vubil, quien al terminar el año partió a otro pueblo más grande, hasta donde no llegaban los guerrilleros de la RENAMO. “Estaba muy lejos de ellos. Mi vida habría cambiado radicalmente… tal vez hoy seria guerrillero”- reflexiona.

La guerra civil duró 16 años.

Adolfo Vubil es investigador del Instituto Nacional de Salud de Mozambique y concluye un doctorado en Biología celular y molecular con énfasis en inmunología e inmunogenética en la Fundación Osvaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil. Se ha dedicado a analizar las resistencias del VIH a los tratamientos y la filogenética de las primeras cepas del VIH en Mozambique. Ya ha participado en 6 publicaciones sobre diversidad de resistencia al VIH y está afinando su primera publicación como autor individual sobre los primeros tipos del virus en Mozambique.

Cuenta que después de la enseñanza primaria no tenía como continuar estudiando en el pueblo donde vivía. No había enseñanza secundaria y se tuvo que ir a la capital Maputo, distante 700 kilómetros. “Tenía una hermana allá. Cuando llegué no tenía cupo en la escuela pública, que era donde podía estudiar sin pagar. Mi familia era pobre. Estaba con esa incertidumbre cuando mi hermana me lleva a la iglesia anglicana que frecuentaba. Yo era católico, pero conseguí un cupo en la escuela anglicana, un colegio privado de la capital. Ahí me inicié en ciencias con biología y mi proyección era estudiar después biología en la universidad.

¿Qué te motivaba estudiar?

– Es extraño, vengo de una familia sin acceso a la educación. No tenía horizontes. En mi grupo familiar no tenía alguien que sirviera de inspiración para mí. Me incentivaba tener cuadernos en mis manos. Eran de colores sus tapas, en la primera clase (primer año) tenía un cuaderno, en la segunda dos. Así fui sumando. Gustaba ir aumentando los cuadernos, eso me motivaba.

¿Tienes alguno hoy?

– Los de la décima clase aún están conservados. Deben estar guardados algunos otros, pero varios los regalé a otros estudiantes que necesitaban consultar cosas.

COMO UN PAÍS SALE DEL COLONIALISMO

El Frente de Libertação de Moçambique (FRELIMO), fundado en 1962 para independizar al país del colonialismo portugués, fue articulado por Eduardo Mondlane. La revuelta se organizó en la vecina Tanzania y comenzaron liberando territorios en el norte de Mozambique. En los espacios bajo su control se mejoró la vida de los campesinos, liberándolos del régimen de señoríos que mantuvieron los portugueses, e incentivaron formas de producción cooperativa. También se preocuparon de implementar salud y educación públicas.

A fines de la década de 1960, Mondlane es asesinado a través de una carta bomba. Tras diversos sucesores se destaca el liderazgo de Samora Michel. Vubil cuenta que “el proyecto de independencia también se definió como socialista y la inspiración que tomó nuestra independencia fue contorneada por el pensamiento de personajes como los independentistas Amílcar Lopes Cabral de Guinea-Bissau; Agostinho Neto, primer presidente de Angola; y Salvador Allende. Ellos fueron figuras claves en la inspiración de la independencia de Mozambique”.

Samora Machel a través de la organización de países no alienados, donde Chile participó hasta el golpe de Pinochet, entró en contacto con Salvador Allende. Ambos eran profesionales sanitarios y socialistas, lo que los aproximó para desarrollar una amistad. Vubil cuenta que al momento de concretarse la independencia en gestos como renombrear las calles de una ciudad se expresa el sentido que se le quiere dar al país: “la avenida donde se levanta el Ministerio de Salud de Mozambique se llama Av. Salvador Allende. Está en el centro de Maputo y se intersecta con la Av. Eduardo Modlane. Es una avenida importante de nuestra capital”.

“Los ideales de Allende fueron cruciales para FRELIMO, su perfil como el de otras personalidades inspiraron mucho a los mozambiqueños al momento de independizarnos y comenzar a pensar y construir el país”- destaca el científico.

¿Cómo se dio ese proceso tras siglos de dominio colonial?

– El gran problema es que después de conseguir la libertad una gran prioridad fue formar a muchos mozambiqueños para que el país funcionara después de la salida en masa de los portugueses. En ese proceso nos ayudó mucho Cuba, sobre todo en la formación y envío de profesionales, sobre todo médicos, en los primeros años de independencia. La relación continúa hasta hoy y vas a encontrar muchos médicos cubanos en Mozambique y varios profesionales mozambiqueños formados en Cuba.

¿Por qué había pocos profesionales mozambiqueños?

– Fue una estrategia usada no sólo con Mozambique por Portugal. Fue usada en todas las colonias portuguesas la imposibilidad de adquirir saber por parte de los nacidos bajo su dominio. Así era difícil estudiar después de la cuarta clase y los pocos que estudiaron tuvieron que hacerlo fuera de Mozambique. Eso es porque cuando el pueblo es estudiado con más facilidad va a contestar algunas actitudes. La limitante escolar fue una estrategia colonialista para controlar al país por más tiempo.

Cuando se independizaron había que hacer funcionar un país…

– Yo no había nacido aún, pero cuentan que cuando nos independizamos se necesitó que personas que aún estaban en las escuelas fueran encaminadas para ocupar puestos de trabajo. Era necesario encontrar personas para cubrir los espacios dejados. Así, estudiantes que gustaban de la biología fueron llevados a formarse como enfermeros: otros como profesores y así. Tuvo que haber una movilización al más alto nivel en aquel momento para que los mozambiqueños tomáramos cuenta del recado de ser independientes.

HACER CIENCIA EN ÁFRICA

¿De qué se tratan tus investigaciones?

– Trabajo con personas que fallaron la primera línea de retrovirales en Mozambique. Hay una prevalencia estimada en 11,5% de la población con VIH. Mi país es parte de los países con prevalencia de VIH encima de un 10%, siendo los países del sur de África los con más alta prevalencia de dicha enfermedad en el continente. Así tenemos que en el sur de Mozambique hay prevalencia de un 20 a 25% de VIH en la población, cifra parecida al 20% que también se detecta en Suazilandia y África del Sur. La mayoría de los infectados son mujeres y producto de transmisión heterosexual.

En los laboratorios del Instituto Fiocruz Vubil realiza los test de resistencia de las cepas de virus VIH que recolecta en pacientes que no respondieron a la primera línea de tratamiento retroviral. “En Mozambique como no podemos hacer esos test de resistencias, no se sabe si el paciente tendrá alguna resistencia a los medicamentos de la primera línea. Eso es lo que estoy investigando y dicho porcentaje del total de personas tratadas es un 5 por ciento”- detalla.

¿De cuando que hay acceso a los retrovirales para la población de Mozambique?

– El uso de retrovirales es reciente en África subsahariana. Es desde 2003 y por ello se precisa de un tiempo para que circule resistencia transmitida entre las personas. Como mi pesquisa es de tipos que mudan de primera a segunda línea de tratamiento, estoy concentrado en el análisis de la sangre para poder determinar un perfil.

¿Tiene que ver con las cepas de VIH?

– No hay hasta ahora relaciones entre los subtipos de VIH y las mutaciones de resistencia en personas. En el sur de Mozambique, donde hay tasas de VIH por sobre el 20% de la población, sobre todo en mujeres, predomina el subtipo C, pero hasta ahora no hay estudios que relacionen las variantes del virus con la resistencia. De igual forma, investigar los subtipos de VIH es un camino importante para diseñar mejores estrategias para diagnóstico y combate al virus.

¿En qué países se hacen estas investigaciones?

– El VIH es una de las enfermedades más estudiadas en África junto a la tuberculosis y la malaria, porque son las más prevalentes en la salud pública. Pero en Mozambique no debe haber más de 3 personas que estén haciendo estas investigaciones. En el área de resistencia no debe haber más de 20 artículos publicados en revistas indexadas y estudiando diversidad genética y resistencia no son más de 10 personas. Hay mucho campo de investigación.

¿Qué sentido le ves a tus pesquisas?

– Tenemos una responsabilidad enorme en investigaciones para producir evidencias científicas para ser usadas en el diseño de políticas de salud pública basadas en la evidencia.

Se comenta que hay mucha fuga de cerebros de los países africanos cuando los profesionales se van a formar fuera.

– Mozambique es un país muy joven, hay muy poca gente haciendo investigaciones en mi área, por ejemplo. En ese sentido, siento que debo a mi país, preciso contribuir a mi país. Si salgo a estudiar afuera es para volver.

Mauricio Becerra R.

@kalidoscop

El Ciudadano