Tras crear la ola artificial más alta, de más de 5 metros, los ingenieros esperan lograr otras otras más altas aún en la instalación Delta Fumes, recientemente terminada, que ha costado 2 millones de euros, informa ‘The Daily Mail‘.
Gracias a esta máquina, los científicos podrán poner a pruebas instalaciones de defensa contra inundaciones, tales como presas, diques y barreras, verificando si pueden hacer frente a olas gigantes que eventualmente pudiera azotar al país.
La instalación, que contiene 9 millones de litros de agua que se bombean desde un depósito de 1.000 litros, genera olas empujando el agua hacia atrás y hacia delante contra una pared de acero de 10 metros de altura. Los científicos pueden manejar una gama de condiciones para crear aguas turbulentas, mar alborotado e incluso la ausencia completa de olas.
Los Países Bajos son líder mundial en tecnologías de gestión de inundaciones con técnicas avanzadas, como casas anfibias, casas construidas sobre estacas y la inundación de determinadas zonas de tierra para proteger a las demás.
El país desarrolla estas tecnologías debido a que dos tercios de su territorio se encuentra bajo riesgo de inundaciones, peligro que afronta desde hace más de mil años.