Estar “locamente enamorado” puede no ser solo una expresión. Estudios científicos avalan que en la primera etapa del proceso de enamoramiento, dentro del cerebro disminuye una sustancia química denominada “serotonina” que funciona como neurotransmisor, es decir, como vía de transmisión del estímulo nervioso de una neurona a otra.
A la serotonina se la considera como la encargada de establecer el equilibrio emocional y, según la revista especializada Medical News Today, “la serotonina puede afectar el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito y la digestión, el sueño, la memoria, y el deseo y desempeño sexual de una persona”.
La disminución de esta sustancia es una de las características más comunes del trastorno obsesivo-compulsivo.
A su vez, en nuestra corriente sanguínea aumenta otra sustancia denominada “dopamina” que es aquella que nos genera bienestar y que también se produce cuando tenemos relaciones sexuales, comemos chocolates o consumimos estupefacientes.
De acuerdo al psicólogo Arthur Aron de la Universidad de Nueva York, la primera fase del amor romántico produce en el cuerpo el mismo efecto que una dosis de cocaína. Incluso se genera el efecto adictivo hacia el objeto de nuestro amor ya que relacionamos directamente el placer con la persona.
Otro elemento que se descarga a raudales en nuestro cuerpo es la oxitocina. Esta hormona –llamada “hormona del amor”- es la misma que se produce cuando se llega al orgasmo sexual. Además, está vinculada con las emociones y los vínculos sociales. Es una hormona que induce al individuo a tener sentimientos afectivos positivos.
La oxitocina aparece al mirarse directamente a los ojos (por más cursi que suene) y no solo se libera en los vínculos de pareja sino también en los filiales, particularmente entre madre e hijo.
Por último, la zona del cerebro encargada de detectar aspectos negativos en el objeto de deseo se inhibe por completo y es por esto que atravesamos una fase de idealización.
Científicos afirman que no necesariamente el paso del tiempo debe disminuir todas estas reacciones químicas. Existen parejas que están juntas hace más de 20 años y que aun así se sienten enamorados como cuando salieron por primera vez.
En este sentido, los especialistas recomiendan hacer actividades agradables en pareja, como ir al teatro o estudiar algo que les interese, ya que ayuda a estimular la secreción de hormonas como la oxitocina.