El máximo órgano judicial argentino pasa por un momento delicado. Con la renuncia del longevo juez de 97 años, la Corte Suprema deberá trabajar de una forma a la que no está acostumbrada hasta que se designen dos magistrados que cubran las vacantes que faltan para alcanzar los cinco miembros que marca la ley. ¿Cómo funcionará?
Se supo que en el día de hoy la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner aceptó la renuncia del magistrado Carlos Fayt al lugar que ocupaba en máximo órgano judicial desde hace 32 años. Su dimisión se dio a los 97 años luego de una fuerte polémica entre oficialismo y oposición por si estaba en condiciones de cumplir su rol.
Según establece la ley 26.183, sancionada por poder legislativo en noviembre de 2006, la Corte Suprema debe estar integrada por cinco miembros. En ese momento, la Corte contaba con siete integrantes. Luego de las muertes de Carmen María Argibay y Enrique Petracchi en 2014 y la renuncia de Eugenio Zaffaroni tras haber alcanzado los 75 años de edad -tope que marca la ley- , el cuerpo judicial funcionó con cuatro integrantes, aunque la permanencia de Carlos Fayt con 97 años venía siendo cuestionada debido a sus repetidas ausencias.
Cabe aclarar que la normativa que sostiene que un magistrado puede ocupar su lugar en la Corte hasta los 75 años fue sancionada mientras Fayt ya ocupaba su cargo, por lo que no lo afectó y pudo seguir hasta el día de hoy.
En este contexto, y luego de conocerse el escrito de Fayt avisando de su renuncia a la presidenta Kirchner desde el próximo 11 de diciembre, la Corte contará sólo con tres jueces: su presidente Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda. Esta situación genera un funcionamiento anómalo. ¿Cuál es?
Con este nuevo escenario, a partir del 11 de diciembre, cualquier sentencia que expida el máximo tribunal debe ser por unanimidad, caso contrario carece de validez. Esto se explica que cualquier fallo de la Corte debe ser por mayoría de los cinco integrantes, es decir con tres votos, la misma cantidad que jueces presentes en la actualidad. Así, se deberá lograr un consenso entre los miembros de la corte cada vez que se expida, sino será en vano.
Desde el oficialismo buscan empezar a cubrir una de las vacantes antes de las próximas elecciones, pero desde la oposición mantienen su postura de no aceptar ninguno de los jueces que propongan desde el poder ejecutivo hasta que no se sepa asuma el nuevo presidente. Si Daniel Scioli, favorito en las encuestas y candidato del kirchnerismo, logra imponerse, ¿cambiará esta situación o se mantendrá?