Cómo evitar los ronquidos

Tal vez la persona que ronca no sea la que peor la pasa, pero para quien duerme a su lado es casi un método de tortura.

Los ronquidos pueden tener múltiples causas: deterioros en la salud -como puede ser del sistema respiratorio- malos hábitos, estrés, apnea del sueño –un trastorno por el cual la persona deja de respirar durante 10 segundos o más mientras duerme- .

Es por esto que se recomienda visitar a un médico especialista si se cuenta con ronquidos crónicos.

De todos modos, aquí hay algunos tips para reducirlos y que todos en tu habitación puedan tener dulces sueños:

Mantener el peso ideal: un pequeño sobrepeso puede provocar ronquidos. Esto se explica a partir de que el exceso en el tejido del cuello presiona las vías respiratorias.

Tener cuidado con lo que se ingiere, especialmente antes de ir a la cama: las bebidas alcohólicas, el café y la comida grasa son enemigos del sueño silencioso; relajan los músculos de la garganta y estrechan las vías respiratorias. Los medicamentos también pueden ser un aporte a los ronquidos, así que si estás tomando uno con regularidad, conversa con tu médico acerca de esta chance.

El cigarrillo tampoco es un buen aliado (para la salud en general). Al igual que las drogas psicoactivas, disminuyen la calidad del sueño y la facilidad para respirar de manera correcta.

Cambia tu posición para dormir: Cómprate unas almohadas o usa unas tablas debajo de tu cama. Lo importante es que la cabecera quede más elevada a como la tienes ahora.

Si te gusta dormir boca arriba, pues, ¡mala suerte! Es una pésima posición: la lengua y el paladar se relajan de tal forma que obstruyen las vías respiratorias. Lo ideal es dormir de costado.

Ve al médico ante una congestión nasal: esta puede ser la causa de tus ronquidos. Si tomas un descongestionante o antihistamínico, procura que no sea por demasiado tiempo ya que puede traerte consecuencias adversas.

Es efectivo para reducir tus ronquidos que te hagas gárgaras de menta ya que de esa manera se reducirá la mucosa alojada en tu nariz y garganta.

También es importante tratarse las alergias.